Ching kram, un instrumento musical singular de bambú de los Ede

(VOVWORLD) - Hay un instrumento musical, que aunque rústico, ocupa una posición muy especial en la vida de los Ede, una minoría étnica de Vietnam. Se trata del “Ching kram”, hecho de bambú, un material fácil de conseguir en los bosques de Tay Nguyen (Tierras Altas centrales), donde vive esta tribu.

Los fascinantes sonidos del “Ching kram” amenizan las aldeas y las fiestas tradicionales de la comunidad Ede, y alegran los montes y bosques de la Altiplanicie Occidental. Para los habitantes del lugar, su música es familiar y representa las voces de su alma.

Creen que el número impar trae suerte, por eso, un juego de “Ching kram” siempre está compuesto por 5,7, 9 o hasta 19 piezas; cada una tiene un tamaño diferente y un tono musical propio, pero juntas crean una melodía extraordinaria, similar a la de los batintines de bronce.

Ching kram, un instrumento musical singular de bambú de los Ede - ảnh 1

Enseñando a los jóvenes a tocar el "Ching kram" (Foto: Internet)

Un “ching kram” incluye un tubo de bambú de unos 30 centímetros de largo y de 7 a 9 centímetros de diámetro , una barra también de bambú, de 40 centímetros de largo y 7 centímetros de ancho, y un palito de madera cubierto de tela en uno de sus extremos.

De acuerdo con el artesano Ae Ap, de la comuna de Ea Tul, distrito de Cu Mgar, en la provincia de Dak Lak, la elaboración de este instrumento es un proceso minucioso y todo un arte. El bambú con el que se fabrica debe provenir de árboles seculares, que se encuentran en el bosque profundo. Después de cortarse en tubos que varían de 29 a 45 centímetros de largo, hay que secarlos durante dos meses. Cada uno se ajusta con una barra correspondiente. Ae Ap amplió: “Hay que secar muy bien las piezas de bambú ya cortadas para garantizar que den buenos sonidos. Las barras suelen tener un ancho similar al de los tubos, pero su largo cambia dependiendo de si representa el tono principal o el del coro. Después, dos hombres tocan simultáneamente estas barras sobre la boca de los tubos de bambú para comprobar su musicalidad”.

Ching kram, un instrumento musical singular de bambú de los Ede - ảnh 2

Un artesano ajusta el sonido de su instrumento cortando una pieza de bambú (Foto: Internet) 

Cada “ching kram” brinda un sonido diferente, por eso quienes lo hacen deben ser muy ágiles y tener hábiles manos, además de un buen oído para detectar el más mínimo fallo. Los instrumentos recién fabricados necesitan al menos cinco meses de pruebas, ya que el clima del lugar puede variar su sonido. Después, el artesano modificará los “ching kram” reduciendo el tamaño de los tubos o afinando sus bocas con una cuchilla.

El artesano Ami Hroi, también residente de Ea Tul, del distrito de Cu Mgar, dijo con orgullo que los Ede son capaces de elaborar este instrumento al mismo tiempo que los batintines de bronce, y el “ching kram” es un producto musical muy singular que solo posee esta comunidad. “He fabricado mi “Ching kram” con mis propias manos. Me gustan mucho sus sonidos. Aunque son sencillos y de volumen bajo, resuenan muy lejos. En comparación con este instrumento, los batintines de bronce son costosos y su dominio exige un estudio más exhaustivo y una práctica permanente”.

El “Ching kram” cuentan con los mismos tonos que un juego de batintines. Sin embargo, por su fácil manejo y la sencilla búsqueda de materiales para su producción, este instrumento está vinculado más estrechamente a la vida de los autóctonos. Ae Zim, de la aldea Kniet, en la comuna de Ea Ktur, del distrito de Cu Kuin, de la provincia de Dak Lak mencionó al respecto: “Tocamos los batintines de bronce solo en los rituales tradicionales o en los funerales. Por el contrario, los “Ching kram” pueden utilizarse en cualquier momento y cualquier lugar, sin tabúes, y son apreciados por su carácter recreativo, igual que los instrumentos taktar y goong. En realidad, generan tantos ritmos como los de bronce, pero estos hay que comprarlos, mientras que uno puede elaborar los “Ching kram” por sí mismo”.

Con los ritmos alegres y animados, los “Ching kram” se tocan no solo para relajarse, sino que también hablan una lengua milagrosa que conecta a los seres humanos con el mundo espiritual, y además, se utilizan en muchas fiestas aldeanas y ceremonias tradicionales de los Ede. 

comentar

Otros