Los La Ha y sus rasgos culturales propios

(VOVWORLD) - Los La Ha, una minoría étnica establecida en la región montañosa septentrional de Vietnam, preserva un legado cultural muy particular, con costumbres arraigadas y fiestas originales, entre ellas la de Hoa Mang, la mayor del año, para celebrar las nuevas cosechas.
Según los investigadores, los La Ha comenzaron a asentarse tempranamente en las zonas montañosas del Oeste de Vietnam. Documentos antiguos en el idioma Thai revelan que en los siglos XI y XII, cuando el grupo Thai Den se trasladó a esta tierra, se encontró con los ancestros de la etnia La Ha. Esta última mantenía una vida algo aislada y hasta entonces practicaba técnicas de producción agrícola atrasadas, basándose principalmente en las experiencias transmitidas de generación en generación. Sin embargo, en la actualidad convive en armonía con otras comunidades autóctonas, aprendiendo de ellas nuevas técnicas para mejorar el rendimiento de sus cultivos y elevar así el nivel de vida. Hoang Van Ten, un residente La Ha en el distrito de Than Uyen, provincia de Lai Chau, dijo al respecto: “Antes, nuestro pueblo se dedicaba solamente al cultivo de arroz en los sembradíos cercanos a pequeños arroyos. Luego, nuestros antepasados asimilaron la práctica de los Thai en parcelas anegadas. Con esta metodología, logramos un mejor rendimiento”.
Los La Ha y sus rasgos culturales propios - ảnh 1 La fiesta de Hoa Mang de los La Ha (Foto: thegioidisan.vn)

Esta etnia se organiza administrativamente según aldeas denominadas Khun cai, compuesta cada una por una decena de familias que viven en casas levantadas sobre pilares. Este tipo de viviendas tiene dos entradas en ambos lados, una conduce al espacio dedicado al recibimiento de los visitantes y la otra al lugar propio del hogar. Los La Ha practican la monogamia y el régimen patriarcal, según el cual las esposas llevan el apellido de sus maridos, y los hijos también. 

En cuanto a la boda, la pedida de mano no es muy complicada, pero en este paso, entre las ofrendas de la familia del novio, son imprescindibles una bandeja de betel y areca y una suma de dinero para expresar el agradecimiento a los padres de la futura esposa por dar a luz a ella y criarla.

Según la tradición, cuando un hombre desea casarse, debe aceptar vivir en la casa de su amada por un tiempo y solo después de la boda podrán vivir juntos en su propio hogar. Entonces, ella debe adoptar el apellido de su marido y a partir de ese momento ya no podrá regresar a vivir a la vivienda de su infancia.

Teniendo una larga historia de formación y producción agrícola, la etnia La Ha tiene costumbres culturales propias muy vinculadas con su vida laboral. Sus habitantes no cultivan algodón ni tejen telas, pero son expertos en el tejido de bambú. El señor Hoang Van Ten expuso: “Tejemos diferentes cestos y cestas de bambú para secar y almacenar el arroz, así como esteras para dormir. Con estos artículos adquirimos el ropaje confeccionado por los Thai, por lo que nos vestimos igual que ellos”.

Los La Ha y sus rasgos culturales propios - ảnh 2Es un ritual ancestral preservado hasta ahora en esa comunidad (Foto: thegioidisan.vn)

En el proceso de trabajo, se fueron formando las costumbres y las tradiciones singulares las cuales enriquecen la vida cultural y espiritual de los La Ha. Entre los festejos tradicionales, el de Hoa Mang es el de mayor importancia. Mediante esta celebración, los autóctonos expresan su gratitud a las deidades y les piden bendiciones para abundantes cosechas, la prosperidad y la felicidad de las familias. Consideran al tigre como la fuerza vencedora de todas las bestias y la divinidad protectora de su vida, mientras que el puercoespín es la deidad de la tierra que les ayuda a preservar los frutos laborales, y la tórtola moteada simboliza el cuidado de los cultivos.

Para el ritual se preparan animales de sacrificio y ofrendas un mes antes. Después de rendir tributo a los seres divinos, el sacerdote reproduce los gestos con los cuales cree que podría curar a los enfermos. Así que se encarna en un cojo, un necio o uno que espanta las aves en el campo con su palo, entre otros. A la vez, estas actuaciones hacen reír a los espectadores, creando un ambiente alegre y entusiasta en la fiesta y una nueva energía para reanudar el trabajo.

Hasta hoy en día se mantienen numerosos rituales ancestrales, los cuales representan la singularidad de la identidad cultural de los La Ha. Esos festejos son además ocasiones propicias donde los autóctonos intercambian informaciones y experiencias en la producción agrícola y la protección de la salud, en pro del desarrollo comunitario.

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