(VOVworld) – Según lo previsto, la Cumbre a cuatro bandas entre los dirigentes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania para buscar soluciones a la crisis en el este ucraniano se celebrará el 11 de febrero en Minsk, capital de Bielorrusia. Sin embargo, quedan en lo adelante muchos retos pese a la buena voluntad de las partes concernientes para poner fin a los enfrentamientos bélicos en dicha zona ucraniana.

Observadores opinan que la cumbre en Minsk, a celebrarse el 11 de febrero será la oportunidad final para solucionar la cuestión del oriente de Ucrania. La conferencia es fruto del encuentros entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, la canciller de Alemania, Angela Merkel y el presidente de Francia, François Hollande en Moscú el 6 de febrero.

Señales alentadoras

Después de reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel el 10 del corriente mes, en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama declaró esperar que Merkel y François Hollande alcancen un acuerdo con el presidente ruso, Vladimir Putin para poner fin a los 10 meses de choques sangrientos en el este de Ucrania. La decisión de Obama contribuyó en parte a limar diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europea y tranquilizar a la canciller de Alemania, quien había afirmado que el suministro de armamentos al ejército de Kiev solo echa leña al fuego en el este ucraniano. La opinión pública recuerda la declaración de Angela Merkel en la Conferencia de Seguridad de Munich celebrada el 7 de febrero donde reafirmó el criterio de Berlín de cooperar con Moscú para garantizar la seguridad europea. Destacó además, que Alemania aboga por establecer la seguridad con Rusia sin enfrentar a este país euroasiático.

En otra postura considerada una manera de agravar la situación en vísperas de la cumbre a cuatro bandas en Misk, Bielorrusia, los cancilleres de los países miembros de la Unión Europea se reunieron el 9 del corriente mes en Bélgica y coincidieron en aplicar nuevos embargos que aplican a Moscú.

Retos perturbadores

Pese a algunas señales alentadoras que contribuyen a aliviar las tensiones en vísperas del encuentro cimero, quedan caminos por andar. El ministro de Alemania, Frank – Walter Steinmeier reconoció la incerteza de la posibilidad de que Ucrania y Rusia alcancen una acuerdo político en la cumbre a cuatro bandas en Minsk, calificada por el presidente francés, François Hollande de “la última oportunidad” para poner fin a los 10 meses de enfrentamientos bélicos en Ucrania. Con anterioridad, la canciller alemana estimó que aunque no vislumbraba muchas expectativas en el encuentro cuatripartita, las partes involucradas deben aprovechar cada oportunidad. Por su parte, el presidente norteamericano, Barack Obama no mostró optimismo respecto a la cumbre afirmando que Washington continúa con las sanciones contra Moscú y el plan de suministro de armas letales a Kiev de no llegarse a un acuerdo de paz en la conferencia cimera entre Rusia, Ucrania, Alemania y Francia.

Entretanto, siguen los enfrentamientos en el este ucraniano, provocando incalculables pérdidas materiales y humanas. Hasta la fecha, el número de víctimas mortales durante los últimos 10 meses superó las cinco mil 600 personas. Kiev acusa a los separatistas de acumular armas pesadas como preparativos para una nueva batalla.

La realidad demuestra que la actitud de Moscú en la cumbre a cuatro bandas, a celebrarse el 11 del corriente mes en Minsk, Bielorrusia será el factor decisivo de la situación en Ucrania, así como el comportamiento de Estados Unidos y la Unión Europea para Rusia. Con anterioridad, dirigentes de Occidente exhortaron al presidente ruso, Vladimir Putin a tomar medidas más categóricas para evidenciar la buena voluntad de brindar la paz a Ucrania. Sin embargo, Putin afirmó que Moscú no participa en la guerra y tampoco aboga por enfrentamientos.

Un acuerdo para aliviar la escalada de la crisis ucraniana es la aspiración de las partes concernientes. Sin embargo, en medio de ventajas reducidas y retos crecientes, la opinión pública duda sobre los resultados positivos de la cumbre a cuatro bandas que se celebrará mañana en Minsk, capital bielorrusa.