En cada sesión, el profesor Víctor de Celis elegirá un tema de discusión diferente, tales como el terrorismo, trabajo, comida, las vacaciones, etc.

A las 7 de la noche del sábado 20 de agosto, la llovizna caía menudamente, mientras el grupo de seis jóvenes se integraban alrededor de una mesa de la cafetería París Gateaux, ubicada en la calle To Hien Thanh, justo en el centro de la capital vietnamita. Debatían intensamente diversos temas, como el “terrorismo”, bajo la guía de Víctor Domínguez de Celis, un profesor de 32 años de edad que vive y trabaja en la milenaria Hanoi. Víctor está en Hanoi desde 2013 y trabajó como profesor de inglés y español en algunas escuelas internacionales. Con un especial afecto reservado a Hanoi y un deseo de contribuir más con su lugar de residencia, Víctor y Nguyen Thi Hong Le, su compañera, decidieron crear un grupo de conversación en español sin ningún interés monetario.“Este club de conversación que hacemos los sábados, para ofrecer oportunidad de practicar español para los alumnos en nuestra clase y la gente que no tiene posibilidad de estudiar con otros profesores del Instituto Cervantes en Hanoi. Porque no tienen los medios económicos para costear los estudios y esto crea una buena oportunidad que la gente puede hacer prácticas un poco más y conversar.”

El profesor Víctor de Celis actúa como guía de la charla

En cada sesión, el profesor Víctor de Celis, además de proponer temas para conversar, dirige y coordina la mesa de diálogo fraterno. Este servicio gratuito les permites a los integrantes oír formas distintas de hablar y expresarse en español, lo que le podrá ayudar a fijar nuevas estructuras o experimentar con nuevas formas para expresar ideas y pensamientos. Al enfrentar un nuevo vocabulario, se pueden pedir el apoyo de sus colegas en el aula o del maestro quien actúa como un guía de la charla, tanto para hacer preguntas a los practicantes, como para explicarles al respecto. Un ambiente abierto y simpático reina en esta particular clase. Todo indica que los jóvenes, tanto nacionales como extranjeros sienten que no tienen una barrera idiomática. Tran Viet Trinh, una estudiante de cuarto año de la Academia Diplomática de Vietnam asiste con frecuencia a la charla, expresó: “Me encanta participar en el club, ya que es muy cómodo. Además, el maestro es muy divertido y bien informado. Al llegar allí, practicamos y mejoramos hablando en un ambiente distendido. Además, tenemos la oportunidad de intercambiar mutuamente experiencias de estudio y de vida también. Realmente disfruté y siempre concerto una hora para estar presente”.

El maestro y miembros participantes en un debate

Al igual que Trinh, otros interesados en mejorar sus destrezas de conversación pueden registrarse a través de la red social de Facebook de “Hanói Español” o mediante su correo electrónico. Las sesiones tienen una duración de una hora y media con una cantidad máxima de 10 personas. Tania, una estudiante suiza que se sometió a un período de prácticas externas en Vietnam, expresó emocionada en su primera vez de unirse al grupo de conversación. “Parece muy simpática la clase y pienso que voy a regresar para la próxima”.

Actualmente, la cuenta de Facebook de “Hanói Español” cuenta con casi mil seguidores. A través de este medio, se ofrecen otras excelentes ventajas de compartir recursos, tratar dudas o intercambiar opiniones con el maestro y otros miembros del club. Compartiendo su idea para el futuro cercano, informó Víctor. “Queremos hacerlo de manera habitual y de ahora al futuro, estamos pensando en hacer otros clubes de conversación, de un nivel inicial para la gente que no sabe nada de español, nombres y cosas muy sencillas, y el otro avanzado”.
A las 8 y media, el profesor-guía Víctor puso fin a la conversación, pero todos querían seguir intercambiando en español, para practicar y aprender más él uno del otro. Afuera, en la calle To Hien Thanh la lluvia había amainado, mientras en un rincón del café París Gateaux, se sigue respirando el agradable ambiente juvenil, ruidoso y alegre.