Turistas descubren Hoi An en triciclos

Hoi An, en la provincia central de Quang Nam, fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999. Poseedora de abundantes vestigios materiales de gran significado histórico, esa antigua ciudad atrae a muchos turistas. Sin embargo, sus valores culturales y espirituales, especialmente la sencillez, la hospitalidad y la amabilidad de sus pobladores son los que causan mayor impresión en los visitantes, al punto que comienzan a amar a esa tierra y los incitan a regresar.

Sin embargo, ciertas prácticas mercantiles y la entrada de diversas culturas provocan determinados efectos negativos sobre las buenas características culturales del lugar. Por esta razón, el nacimiento del proyecto antes mencionado refleja uno de los esfuerzos del gobierno local por recuperar los valores morales del pasado, particularmente los referidos a estilos de vida y el trato a los demás, porque sin estos, Hoi An perdería parte de sus encantos tradicionales.

Como dice un antiguo refrán que ha salvado el paso de los años y pervive entre los pobladores de la ciudad, es necesario enseñar a la gente a vivir con amor, virtud y respeto. El proyecto de las autoridades de Hoi An tiene por divisa ese principio al tener como objetivo estimular a los locales a tratarse a sí mismos, a sus familiares y a los demás miembros de la sociedad con amabilidad, cariño y solidaridad. Sobre este tema, Vo Phung, jefe del Centro de Cultura y Deporte de Hoi An, dijo: “Tratamos de restaurar el estilo de vida y los valores morales cultivados y presevados por nuestros antecesores y que en la actualidad muestran señales de degradación. Debemos estar conscientes de que Hoi An es una ciudad turística y Patrimonio Cultural de la Humanidad. Por esta razón, dicho trabajo es importante para brindar experiencias inolvidables a los visitantes que vienen aquí para descubrir también cómo es la gente y la vida en esta tierra.”

De momento, Hoi An trata de conservar sus reliquias materiales e intangibles y armonizar la preservación y el crecimiento para proteger su título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, así como hacerse más hermosa ante los ojos de los turistas. La ciudad como un todo es una reliquia especial, viva, y la gente es su verdadero dueño. Por eso es necesario lograr un consenso para que el gobierno y los ciudadanos unan las manos en la protección del legado de los antepasados. Nguyen Van Son, vicepresidente del Comité Popular de Hoi An, sostuvo: “En los últimos 20 años, la administración local ha implementado numerosas medidas para promover la imagen del antiguo barrio de Hoi An. Cada medida genera determinados impactos sobre los ciudadanos pero si hacemos una buena divulgación y la armonizamos con los intereses de los pobladores, podemos lograr su aceptación generalizada.”

Una vez que los habitantes de Hoi An estén conscientes de que los buenos valores de su tierra está degradados, estarán dispuestos a adoptar normas de conducta positivas para construir principios de comportamiento más civilizados, como los estimulados por sus antecesores. A largo plazo, estos calarán en la mente de los jóvenes y los inducirán a portarse bien tanto con los demás como con la madre naturaleza. Además, la restauración de los antiguos buenos valores morales lleva un nuevo encanto a la tierra.

De hecho, Hoi An posee una belleza muy peculiar, no solo en su apariencia sino también en su alma y estilo. Por lo tanto, los ciudadanos, dueños de los patrimonios del lugar, deben esforzarse para conservar y promover estos valores.