Cuba, en histórico proceso de transferencia del poder

(VOVWORLD) - Cuba está viviendo un momento importante, el de transferencia de dirigencia, cuando el presidente Raúl Castro se retire y traspase el cargo a su sucesor, que por primera vez después del triunfo de la Revolución en 1959 tendrá un nuevo apellido. No obstante, el pueblo cubano confía en que la nueva generación de líderes continuará heredando y potenciando el legado de los últimos dos mandatos de su mandatario y los frutos alcanzados bajo la dirección del histórico líder Fidel Castro, a fin de impulsar el desarrollo nacional.
Cuba, en histórico proceso de transferencia del poder - ảnh 1La primera sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de Cuba, en su IX legislatura (Foto: VOV)
La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, en su primera sesión de la novena legislatura efectuada el 18 y 19 del corriente mes, elige los cargos de presidente y vicepresidentes del Consejo de Estado para el próximo mandato de cinco años. El acontecimiento acapara la atención del público y atrae a más de 100 reporteros internacionales a la isla.

El actual primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de 57 años, es el único candidato para relevar a Raúl Castro en los Consejos de Estado y de Ministros.

Este último, pese a culminar su mandato presidencial mantendrá el puesto de primer secretario del Partido Comunista de Cuba hasta 2021.

Marcas de la reforma

Siempre al lado de su hermano Fidel desde los primeros días de la Revolución cubana, Raúl Castro ha desempeñado un papel clave durante la lucha contra la dictadura, por la independencia y el desarrollo del país caribeño. Desde mediados de 2016, tomó de manera ocasional las riendas del Gobierno cuando estaba enfermo Fidel, y en 2008 ocupó oficialmente la presidencia de la República.

Cuba, en histórico proceso de transferencia del poder - ảnh 2La votación se realiza el 18 y el 19 de abril en la primera sesión del Parlamento cubano, IX legislatura (Foto: VOV)

Durante sus dos mandatos, la isla experimentó cambios de viraje, adoptando políticas reformistas hacia la apertura del mercado, el aumento de inversiones extranjeras y la aplicación del modelo de negocios por cuenta propia. A finales de 2011, autorizó a los particulares comprar y vender viviendas. En 2014, liberalizó el mercado automotriz. El mismo año, Cuba renovó su legislación relativa a las inversiones foráneas con vistas a captar más capitales, e inauguró la zona industrial del Mariel, situada a unos 45 kilómetros al este de La Habana, la capital.

Gracias a estas medidas estimulantes, en 2017, la economía cubana creció un 1,6% a pesar de enfrentar numerosos desafíos financieros y  registró una afluencia turística de más de 4,7 millones de visitantes extranjeros siendo objeto de las restricciones de viaje de Estados Unidos.

Mientras, en el ámbito de bienestar social, hasta ahora Cuba mantiene efectivo el sistema gratuito de la educación y los servicios sanitarios. Este es uno de los frutos principales de la Revolución cubana. La igualdad de género también es considerada una de las grandes fortalezas de la mayor de las Antillas. Uno de los ejemplos más relevantes es que las diputadas ocupan la mitad de las bancas en el órgano legislativo cubano, representando el mayor índice de su tipo en el mundo.

En cuanto a las relaciones exteriores y la seguridad, en 2014 Raúl Castro anunció el inicio de un proceso de acercamiento entre su país y Estados Unidos, que hasta ese momento mantenía hostilidades con los gobiernos castristas. Ambas partes reanudaron sus vínculos diplomáticos en junio de 2015, y en marzo de 2016, el mandatario cubano recibió en La Habana al entonces inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama.

Cambios transformadores y de continuidad

En 2013, al presentar a Díaz-Canel, un representante sobresaliente de la nueva generación, para que la Asamblea Nacional lo pusiera en el puesto de vicepresidente primero del Consejo de Estado de Cuba, Raúl aseguró: “No es un advenedizo ni un improvisado”, refiriéndose a su largo proceso de estudio y entrenamiento y resumiendo las características de la nueva generación de dirigentes. 

Cuba, en histórico proceso de transferencia del poder - ảnh 3 Miguel Díaz-Canel Bermúdez se convertirá en el susesor del presidente Raul Castro (Foto: AFP)

En realidad, la preparación para este traspaso de poder se emprendió hace varios años. Ejemplos de ello es la edad media, de 49 años, de los 605 diputados elegidos el pasado 11 de marzo, o el hecho de que 9 de los 17 miembros del actual Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba nacieron y crecieron durante el período revolucionario y la mayoría de ellos pasaron pruebas en diferentes cargos y niveles. Son considerados como los puentes entre las generaciones anteriores y las nuevas.

En otro ángulo, como Cuba sigue el modelo de la dirigencia colectiva, todos los proyectos y lineamientos del país deben ser aprobados en los congresos partidistas y consultados ampliamente entre la población. Además, a pesar de salir del Gobierno, Raúl Castro seguirá al frente del Partido Comunista, el máximo órgano que dirige el aparato estatal. Por lo tanto, la tarea verdadera del Consejo de Estado de Cuba en el nuevo período es continuar con el camino elegido, cumplir la misión que se está desplegando, así como prevenir y superar las dificultades y los retos existentes o los que surjan.

En las últimas seis décadas, los cubanos siempre mantienen su confianza en la continuidad revolucionaria. De ahora en adelante deben encarar cualquier reto pero continuarán poniendo esa credibilidad en las personas que relevan los altos cargos de la dirigencia nacional. 

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