Relaciones entre Rusia y Estados Unidos sin luz al final del túnel

(VOVWORLD) - Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se encuentran en el estado más crítico desde la Guerra Fría. Las discrepancias y represalias recíprocas entre ambas naciones no han llegado al final. En los últimos días, las acusaciones del ataque químico contra el Gobierno de Damasco en Siria siguen agravando la situación, allanando el camino para un enfrentamiento bélico. Hasta la fecha no se han registrado señales alentadoras de la coordinación entre las dos potencias para solventar el problema. 

Mientras las discusiones y sanciones mutuas en torno al envenenamiento del exespía ruso no se alivian, las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se calientan con el presunto ataque químico en Siria.

En este sentido, la Casa Blanca amenazó con acciones bélicas en ese país del Oriente Medio en el contexto en que el Kremlin rechazó en repetidas ocasiones la información sobre el atentado químico. Las advertencias contundentes de las dos partes en las últimas 48 horas han preocupado la comunidad internacional ante otra inminente guerra.   

Los conflictos tienen historia

Relaciones entre Rusia y Estados Unidos sin luz al final del túnel   - ảnh 1El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (i) y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin (Foto: VNA) 

Los conflictos entre Rusia y Estados Unidos desde la Guerra Fría se han agudizado en los últimos años. Cabe destacar un incidente muy grave ocurrido en 1999 con la intervención de la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) liderada por Washington contra Yugoslavia. Después, las discrepancias se incrementaron con la operación militar de dicha coalición contra Iraq en 2003 y el derrocamiento del exlíder libio, Muammar Gaddafi. Moscú consideró esas acciones como una intervención violenta e irresponsable de los norteamericanos en la guerra civil de Libia para aplicar la llamada “democratización” en ese país.

Después de anexarse la península de Crimea al territorio ruso en 2014 y los enfrentamientos entre Kiev y las fuerzas de la oposición apoyadas por el Kremlin, los lazos entre ambas grandes potencias del mundo se perjudicaron más con las sanciones recíprocas. Washington aplicó las medidas punitivas en materia de visado y el bloqueo financiero contra altos funcionarios, empresarios y bancos de Moscú mientras que este último recortó su personal diplomático en el país norteamericano.

La situación se agravó con la reciente acusación de la Casa Blanca contra el Kremlin por su presunta intervención en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, además del envenenamiento del ex doble agente Serguei Skripal en el Reino Unido. Moscú expulsó a 60 diplomáticos de Washington y cerró el consulado norteamericano en San Petersburgo en respuesta a la inclusión por parte de Estados Unidos de 38 individuos y organizaciones de Rusia en la lista de sanciones. Otro problema crítico es el fracaso de las dos naciones en la solución del conflicto bélico en Siria. Rusia, junto a Irán y Turquía respalda al Gobierno del presidente Bashar Al-Assad mientras que Estados Unidos y sus aliados de Occidente apoyan a la oposición frente a Damasco. En este escenario, el presunto ataque químico en Siria no es más que la gota que desborda el vaso.

Pocas esperanzas de cooperación entre Rusia y Estados Unidos en el futuro cercano

Desde que el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama y su homólogo ruso, Dmitri Medvedev acordaran revitalizar las relaciones bilaterales en una reunión efectuada en el Kremlin en 2009 hasta la fecha estas han evolucionado en 2 tendencias: enfrentamiento y sanción con el aumento creciente de la desconfianza y discrepancias. Moscú toma una postura intransigente frente a las amenazas para su espacio de seguridad. Mientras, Washington y sus aliados, con las medidas punitivas impuestas a Moscú, no aceptan el progreso de la potencia rusa en perjuicio de sus planes de expansión del poder. En general, tanto Estados Unidos como Rusia no quieren perder su posición en Siria en particular y en la región de Oriente Medio en general.

En la actualidad, el mundo espera nuevas acciones de las partes involucradas en Siria. Algunas fuentes revelaron que submarinos británicos están a la disposición de lanzar misiles hacia dicho país. Entretanto, la Marina norteamericana dispone de al menos 4 buques de guerra junto a 2 submarinos con 406 misiles Tomahawk para el combate. Por su parte, los ejércitos del Gobierno de Damasco y de Rusia se encuentran listos para contrarrestar a los posibles ataques de Occidente. En esta situación, los lazos entre la Casa Blanca y el Kremlin siguen siendo críticos y no se vislumbra la luz al final del túnel.

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