Relaciones entre Rusia y la OTAN al punto de partida

(VOVWORLD) - Rusia anunció el cese de todas sus actividades de cooperación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluidos los contactos civiles y militares. La decisión fue tomada cinco años después de anunciar la coalición militar la suspensión de sus vínculos con Moscú. Con este nuevo hecho, los nexos entre las dos partes retrocedieron a los tiempos de la Guerra Fría hace 7 décadas, cuando fue creada la OTAN, con la consecuente preocupación de la opinión pública mundial.
Relaciones entre Rusia y la OTAN al punto de partida - ảnh 1 (Imagen ilustrativa: VNA)

Las relaciones entre Rusia y la OTAN han pasado por muchos altibajos. A pesar de la afirmación de que no buscan la confrontación, entre ellas siempre existe desconfianza. Sus vínculos volvieron a tensarse después de la adhesión de la península de Crimea a Rusia en marzo de 2014. Además, la OTAN acusó a Moscú de jugar un papel activo en el conflicto en las regiones orientales de Ucrania, lo que permanentemente niega la administración del presidente Vladimir Putin.

El peor momento de las relaciones Rusia-OTAN

Rusia justifica su decisión más reciente porque a sus ojos la OTAN nunca hace concesiones ni trabaja por los intereses comunes. El viceministro de Exteriores de la nación euroasiática Aleksander Grushko dijo que la alianza atlántica rechaza tener una agenda positiva en sus relaciones con Rusia. “No hay señal alguna de que la OTAN quiera cambiar esta situación”, resaltó en una entrevista este lunes. Grushko también indicó que entre las partes ahora hay “muchas contenciones” y “pocos diálogos”.

Compartiendo este punto de vista, el presidente de la Comisión de Defensa de la Duma Estatal (Cámara Baja) de Rusia, Yury Shvytkin, estimó que las últimas declaraciones de la OTAN demuestran la falta de voluntad de esta alianza para mantener lazos con su país. “La OTAN ha apostado por la confrontación y la hostilidad hacia Moscú y esto se refleja muy bien en las bases militares instaladas y los ejercicios realizados en la zona fronteriza con Rusia”, señaló.

En un reciente discurso ante el Congreso de Estados Unidos con motivo del 70 aniversario de la fundación de la OTAN, su secretario general Jens Stoltenberg, dijo que Rusia es uno de los desafíos sin precedentes que enfrenta la organización.

Con antelación, en abril de 2014, la coalición atlántica puso fin a la cooperación con el país euroasiático por considerar a Moscú un factor clave en la crisis en Ucrania. Más tarde, aumentó sus fuerzas armadas y ejercicios militares en el este del territorio ruso. Los actuales vínculos entre ambas partes siguen tensas a causa de una serie de problemas, como el plan de la OTAN de incorporar a Georgia y Ucrania y su proyecto de continuar desplegando el polémico escudo de defensa antimisil.

En el contexto del empeoramiento de las relaciones, el hecho de que Rusia anunciara el cese de sus cooperaciones civiles y militares con la OTAN evidencia el clímax de ese deterioro.

No a la carrera armamentista

Lo que más preocupa a la opinión pública en estos momentos es el posible surgimiento de una nueva carrera armamentista. Sin embargo, el vicecanciller ruso Aleksander Grushko afirmó que su país no tiene tal intención, sino que opta por medidas “ahorradoras, colaterales y eficientes”, en desafío al presupuesto militar de un millón de millones de dólares de la OTAN, o sea 22 veces más que el de su país.

Según analistas, puede que Rusia no aumente sus recursos militares como para poder participar en esa supuesta carrera armamentista, sino que reforzará su capacidad defensiva.

Entre tanto, el responsable de la coalición atlántica también aseguró que su institución no desea desatar una nueva guerra fría con Rusia, y al mismo tiempo aclaró que el despliegue de misiles nucleares de tierra no está incluido en los planes de la OTAN.

A pesar de estas afirmaciones, las deterioradas relaciones están perjudicando significativamente los intereses de ambas partes. Actualmente, la OTAN sigue enfrentándose al terrorismo, especialmente las amenazas del grupo extremista del Estado Islámico. Además, el interminable conflicto en Siria y el flujo de migrantes también representan rompecabezas para sus líderes. Mientras, nadie puede negar que Moscú desempeña un papel trascendental en la solución de los focos candentes en el mundo. Para concretar un acercamiento entre las partes, estas tienen que mostrar buena voluntad y reconstruir gradualmente la confianza mutua.

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