Suspensión temporal de la guerra comercial Estados Unidos-China

(VOVWORLD) - La guerra comercial entre Estados Unidos y China se resolvió temporalmente después de la segunda ronda de negociación sobre el tema en Washington a finales de la semana pasada. Según observadores, la declaración conjunta emitida en esa cita afirma que las dos economías más importantes del mundo buscarán superar por su propia cuenta las inquietudes económicas y comerciales. Sin embargo, la reducción del exceso de importaciones sobre exportaciones de Washington frente a Beijing nunca es una tarea fácil para ambas partes. 

En los últimos tiempos, la cooperación comercial entre Estados Unidos y China ha sido el foco de atención mundial debido a que los dos países adoptan medidas de represalia alrededor de los impuestos sobre los productos de exportación de cada uno. Esta situación provocó la preocupación internacional por una posible guerra comercial en perjuicio no sólo de ambas partes sino también de todo el mundo.

Esfuerzos continuos para solucionar la tensión

Suspensión temporal de la guerra comercial Estados Unidos-China - ảnh 1 Foto de ilustración (Fuente: Reuters)

Para alcanzar el consenso, durante las últimas semanas, los negociadores de Estados Unidos y China han mantenido los esfuerzos para llegar a una voz común acerca del déficit comercial. Como resultado, en su declaración conjunta, acordaron tomar acciones más eficientes para aminorar considerablemente el exceso de importaciones sobre exportaciones ante China que llega anualmente a 300 mil millones de dólares. Beijing se comprometió a adquirir una gran cantidad de productos agrícolas norteamericanos después de suprimir por primera vez las barreras arancelarias contra las mercancías procedentes de ese mercado. Según el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, las promesas del gigante asiático brindan muchas expectativas a los agricultores estadounidenses en los últimos años. En este sentido, Washington enviará una delegación de funcionarios a China para deliberar sobre el aumento de las ventas de ese sector.  

Al echar una mirada retrospectiva a las tensiones comerciales entre ambos países, sin importar quién comenzase la discusión, dejaban siempre un espacio de negociación. De esta manera, el resultado de los últimos debates evidencian la repetición de la historia cuando las dos potencias priorizan los beneficios comunes, ya que son socios importantes que contribuyen con el 40% del Producto Interno Bruto global. Así que continúan basándose en el modelo de cooperación por ganar juntos. Para Estados Unidos, China sigue siendo el mayor mercado de consumo donde sus inversores sacan el máximo provecho. Entretanto el gigante asiático tiene muchas demandas de productos y servicios de alta calidad de la nación norteamericana. Estos factores crearán una fuerza motriz para promover aún más los lazos bilaterales de cooperación comercial.

Dificultades que deben resolverse

Sin embargo, economistas evaluaron que con las exportaciones estadounidenses a China que alcanzaron 130 mil millones de dólares en 2017, resulta difícil que Beijing reduzca el déficit comercial a corto plazo. Incluso el viceprimer ministro chino, Liu He, enviado especial del máximo líder Xi Jinping reconoció el consenso logrado en las negociaciones, pero las dos naciones necesitarán mucho tiempo para solucionar los problemas existidos desde hace años.

Para satisfacer la exigencia de la Casa Blanca, Beijing tiene que importar anualmente más de 200 mil millones de dólares de las mercancías norteamericanas. Sin embargo, es paradójico que los productos que busca vender Estados Unidos a China traen pocas ganancias en comparación con dicha cifra mientras que esta última necesita adquirir productos de alta tecnología, los cuales Washington no quiere exportar al mercado chino. Además, la compra de las mercancías norteamericanas valoradas en 200 mil millones de dólares está fuera del alcance del gigante asiático. Incluso si esta potencia no adquiera más bienes de otros países como el avión Airbus de la Unión Europea y la soja de Brasil para comprar sólo los productos estadounidenses, eso sólo ayudaría a reducir de 50 a 60 mil millones de dólares el desequilibrio de la balanza de pagos que tiene la nación norteamericana con China. Estados Unidos enfrenta también dificultades en lograr unas ventas anuales de hasta 200 mil millones de dólares en el mercado chino, especialmente en el contexto en que su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin anunciará a finales del presente mes nuevas medidas destinadas a limitar las inversiones de Beijing en las fusiones y adquisiciones de las empresas tecnológicas, un sector estratégico del país.

Dichas pruebas muestran que los temas económico y comercial siguen siendo uno de los mayores retos en el mantenimiento de las relaciones entre Estados Unidos y China. Sin embargo, las negociaciones celebradas a finales de la semana pasada en Washington reflejan la desescalada de las tensiones de ambas naciones en cuanto al desequilibrio de las exportaciones respecto a las importaciones. Como consecuencia ninguna de las dos partes aboga por convertir las diferencias en una guerra comercial a vida o muerte.

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