El Templo budista de Tay Phuong (Foto:VOV5)

 Este oficio surgió en Thach Xa hace 20 años. Al principio, los aldeanos solamente fabricaban libélulas de bambú para vender como regalos a los turistas cuando visitaban el Templo Budista de Tay Phuong. Debido al barato precio, solo entre 5 mil y 10 mil dongs, estos productos se vendían rápidamente. Poco a poco, los lugareños se han ido familiarizando con esta ocupación, la cual se ha convertido en el comercio típico, proporcionándoles un ingreso estable. Entre los hogares del negocio de la confección de libélulas de bambú más grandes de la aldea de Thach Xa, destaca el de Nguyen Van Tai y Khuong Thi Tan gracias a sus productos hermosos y duraderos, así como la variedad de sus diseños. El señor Nguyen Van Tai, informó: “Yo fui el primero en la fabricación de las libélulas de bambú en Thach Xa. Al principio era sólo una afición para entretener a los niños. Después, poco a poco, comencé a venderlas y el comercio fue creciendo, así que se convirtió en un trabajo a tiempo completo. Los productos de nuestro pueblo son los más hermosos y de alta precisión”.

En cualquier lugar de la aldea, se pueden ver niños jugando alegremente con las singulares libélulas, puestos de souvenirs o trabajadores que están cuidadosamente fabricándolas. Según Do Van Lien, un habilidoso artesano del poblado, la fase más difícil en la elaboración es mantenerlas balanceadas sobre un punto muy pequeño, explicando lo siguiente: “La confección de libélulas de bambú tiene muchas etapas complejas: quitar la cáscara, partir el tronco en diferentes piezas, pulir, ensamblar, pintar, y secarlas. En particular, el proceso de montaje de las piezas debe ser preciso para asegurarse de que la libélula esté perfectamente equilibrada. Además, nuestro pueblo también confecciona con el bambú: pájaros, mariposas, pavos reales y tortugas”.

Un artesano local con sus productos (Foto:VOV5)

 Como en otras áreas cercanas, los aldeanos de Thach Xa plantan muchos árboles de bambú, pero tienen que comprar este último en las zonas montañosas lejanas, como Vinh Phuc, Hoa Binh y Tuyen Quang, porque los materiales en esos lugares son más flexibles y duraderos.

Para hacer un insecto de bambú de diferentes colores, los trabajadores necesitan mucho tiempo y esfuerzo para perfeccionarlos. Además, se requiere una alta precisión y una mano hábil para mantener los detalles del producto en armonía y estabilizarla sobre un punto tan pequeño como un dedo, la esquina de una mesa o una ramita.

Las libélulas de bambú, después de haber sido revestidas con pinturas de colores y patrones vivos, estarán presentes en los mercados nacionales y extranjeros para introducir al mundo una imagen simbólica de la campiña vietnamita. Al respecto, Nguyen Van Tai, dijo: “Los insectos de bambú de Thach Xa se encuentran en todas partes en Vietnam, incluidos los centros turísticos, como Hanoi, Hoi An, Da Nang, Nha Trang, Phu Quoc y Ciudad Ho Chi Minh. Estos no sólo son para el consumo interno sino que también se exportan a muchos países del mundo, tales como Estados Unidos, Francia, Alemania y Japón. Además, los turistas foráneos y compatriotas en el exterior también adoran nuestro artículo”.

Además de las libélulas, los artesanos de Thach Xa elaboran otros productos  de bambú en forma de animales como pájaros, mariposas, pavos reales y tortugas

Bajo las manos hábiles de los artesanos de Thach Xa, las libélulas de bambú no solo son un juguete folclórico para los niños, sino  que también son artículos de decoración familiar y recuerdos rústicos para los visitantes extranjeros. Estos productos únicos contribuyen a presentar al mundo los rasgos culturales peculiares del pueblo vietnamita.