Representando a los delegados católicos, el sacerdote Tran Xuan Manh, transmitió el compromiso de la comunidad católica nacional de seguir contribuyendo a la promoción de la solidaridad popular y construcción de un país desarrollado. A su vez, el jefe parlamentario afirmó: “El Partido y el Estado siempre respetan la libertad de religión y creencia de los ciudadanos vietnamitas, confirmando que la ética religiosa coincide con la buena tradición de la nación. Efectivamente, han prestado una atención especial a los creyentes nacionales, creando condiciones favorables para que puedan ejercer su derecho a la libertad de culto, y realizar ayudas para el desarrollo del país.”

Manifestó que espera de la Comisión de Unidad Católica, los dirigentes y los compatriotas católicos que impulsen aún más los buenos valores de la religión y sigan acompañando a la Patria.