(VOVWORLD) - Aviones en el cielo, un gran desfile militar y el ambiente festivo con banderas y flores en las calles. Esta fue la imagen de París cuando Francia celebró el sábado su Fiesta Nacional, o el Día de la Bastilla, esperando que el festejo continuara al día siguiente tras el partido entre la selección nacional de fútbol y su par de Croacia en la final de la Copa del Mundo 2018 en Rusia.
Miles de personas, entre ellas muchos turistas, se concentraron a lo largo de los Campos de Elίseos, el bulevar más famoso de París, para contemplar el colorido desfile en el que participaron casi 4.300 efectivos, 220 vehículos, 250 caballos, 64 aviones de combate y 30 helicópteros.
 El colorido desfile militar en los Campos de Elíseos el 14 de julio en París (Foto: AFP)
|
Bajo el tema “Fraternidad de armas”, el desfile de este año también contó con policías españoles, tanques belgas y un avión de carga A400M del Ejército alemán.
El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, y el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Taro Kono, fueron invitados de honor de la celebración, en un contexto en el que Francia quiere reforzar los lazos militares en la región Asia-Pacífico.
Para garantizar la seguridad de la fiesta, el país europeo movilizó a unos 110 mil policías y soldados en todo el territorio nacional, entre ellos 12 mil desplegados en París este fin de semana. Durante estos dos días quedó cerrada a los turistas la Torre Eiffel bajo la cual se instaló una pantalla gigantesca a favor de los aficionados franceses deseosos de ver triunfante a su equipo nacional de fútbol en el Mundial 2018.