En la cita, los dos dirigentes insistieron en seguir profundizando las relaciones binacionales sobre la base del respeto mutuo a la independencia, la soberanía, la integridad territorial y el régimen político y por los intereses de ambos países, la paz, la estabilidad, la cooperación y el desarrollo de la región y del resto del mundo. Hablaron sobre las medidas concretas en busca de promover la cooperación bilateral en economía, comercio e inversión, centrándose en reducir al mínimo las disputas sectoriales y desplegar con eficiencia los acuerdos firmados al respecto.

El jefe del Ejecutivo vietnamita aseguró que el país indochino se concentra en mejorar el entorno de los negocios para atraer a los inversores extranjeros, incluidos los norteamericanos.

Mientras, el inquilino de la Casa Blanca aplaudió los logros de Vietnam en la apertura de mercado a las mercancías agrícolas, industriales y tecnológicas de Estados Unidos.

Además, ambas partes debatieron la situación regional, sobre todo los diferendos alrededores del Mar del Este, y coincidieron en resolver los problemas por vía pacífica y en virtud de las leyes internacionales.

El mismo día, la delegación norteamericana partió de Hanói, finalizando su visita de dos días a la capital vietnamita.