El primer ministro japonés, Shinzo Abe (Foto:VNA)

Según la agencia de noticias Kyodo, el país nipón enfrentará duras negociaciones con Estados Unidos, su aliado desde hace mucho tiempo, sobre un acuerdo comercial bilateral. Abe también deberá abordar las preocupaciones sobre la posibilidad de que Washington le pida reducir los aranceles a la carne vacuna importada.

Para mantener el impulso de crecimiento, Japón debería aumentar su impuesto sobre las ventas del 8 al 10%, una condición previa para materializar su sistema de seguridad social que beneficia a todas las generaciones.

Se espera que se apruebe un presupuesto adicional para reconstruir las áreas afectadas por los desastres naturales. En respuesta a la “crisis nacional” del envejecimiento de la población, el premier japonés planea reformar el sistema laboral, por lo que las personas mayores de 65 años pueden seguir trabajando después de la jubilación.

Además, Abe debería resolver los problemas pendientes con los países vecinos, especialmente el secuestro de rehenes japonés por parte de Corea del Norte y la disputa soberana con Rusia.