Ambos afirmaron una posición común sobre el asunto de empleo y crecimiento económico, reiterando la necesidad de recuperar la confianza en todos los países miembros de la UE. Coincidieron en que además de una mayor colaboración, las instituciones financieras europeas deben fomentar el crédito, especialmente a las empresas pequeñas y medianas (Pymes) y cumplir "en tiempo y forma" la hoja de ruta para la unión económica y monetaria y, en especial, para la unión bancaria del continente.