La arraigada costumbre vietnamita vinculada con el “banh chung”

(VOVWORLD) - El pastel “banh chung” es considerado un elemento esencial del altar familiar con motivo del Tet (Año Nuevo Lunar), y su elaboración y consumo durante esa época es una tradición bien conservada por los vietnamitas. Unos días antes del inicio del nuevo calendario, las familias se ocupan de preparar esta comida representativa de la civilización arrocera para ofrendar a sus antepasados y agasajarse durante el fin de año y el comienzo del siguiente.
La arraigada costumbre vietnamita vinculada con el “banh chung”  - ảnh 1 La familia de Nguyen Thi Phuong, en la provincia de Ha Nam, preparando los pasteles "banh chung" para el Tet
Según la leyenda, el rey Hung VI, en ocasión de un aniversario de la muerte del monarca fundador del reinado, convocó a sus hijos y prometió ceder el trono al que le rindiera el mejor tributo. Los príncipes fueron a los montes y al mar en busca de oro, perlas, piedras preciosas y otras riquezas con la ilusión de satisfacer a su padre y heredar el trono. Lang Lieu, el hijo número 18, era el de menor fortuna, pero mantenía una vida ejemplar y sobresalía por su amor filial. Escaso de riquezas, se le ocurrió utilizar productos agrícolas comunes como el arroz glutinoso, los frijoles de soja y la carne de cerdo para elaborar el pastel cuadrado “banh chung” y el redondo “banh day”, que según explicó representaban la tierra y al cielo, respectivamente. Para sorpresa de los cortesanos, entre todos los obsequios de sus hijos esas sencillas comidas fueron las que más agradaron al monarca y desde entonces se popularizaron y se convirtieron en ofrendas sagradas a los ancestros, con las cuales sus descendientes les manifiestan gratitud.

De forma cuadrada y grueso, el “banh chung” se prepara con arroz glutinoso relleno con frijoles chinos cocinados al vapor y macerados, carne de cerdo sazonada con pimienta, cebolla y otros ingredientes que se envuelven en hojas Dong (Phrynium placentarium) y se hierve a fuego lento durante horas. El color verde de esta hoja representa a las plantas, las judías mungos, a las frutas maduras y la carne de cerdo, a los animales del planeta, mientras el arroz es sinónimo de la civilización arrocera.

La arraigada costumbre vietnamita vinculada con el “banh chung”  - ảnh 2 El "banh chung" es una comida emblemática del Tet vietnamita

Símbolo de la gastronomía tradicional vietnamita durante la fiesta del Tet, el pastel “banh chung” ocupa una posición especial en la mente de sus habitantes. Dinh Thanh Tu, una hanoyense dijo: “A los niños les encanta observar cómo se prepara y cocina el “banh chung” a la espera del advenimiento del Año Nuevo, una ocasión en que la familia se reúne. Cada uno crece con esta imagen grabada en la mente, de modo que cuando se casa y tiene hijos, inculca en ellos esta tradición, que así se transmite de generación en generación. El “banh chung” es el centro de las ofrendas en el altar durante los días festivos del Tet, una costumbre solo existente en nuestro país. En esta ocasión los pasteles pueden ser regalos y se invita a los huéspedes a comerlos como una forma para compartir la felicidad y la suerte a la llegada del Año Nuevo”.

En Vietnam, existen varias aldeas especializadas en la confección de esta comida. Nguyen Thi Phuong, habitante del poblado de Dam, de la comuna de Liem Tuyen, provincia de Ha Nam, una de las localidades conocidas con ese oficio, comentó: “Para obtener buenos pasteles es importante seleccionar cuidadosamente las materias primas necesarias. El arroz glutinoso tiene que ser de la marca “nep cai hoa vang”, una de las mejores, mientras las judías mungos deben ser frescas y de color amarillento. También hace falta buscar unas pancetas buenas que no sean ni muy grasas ni muy magras, es decir tocino entreverado. A su vez, unas hojas “dong” adecuadas garantizan un envoltorio bonito. Los pasteles deben cocinarse durante unas diez horas”.

La arraigada costumbre vietnamita vinculada con el “banh chung”  - ảnh 3 Una anciana enseña a su nieta a envolver el "banh chung" tradicional en vísperas del Año Nuevo Lunar

Según la creencia de los vietnamitas, los “banh chung” y “banh day” representan la armonía de la naturaleza y el deseo de las personas de tener un año colmado de suerte, prosperidad y felicidad. La costumbre de ofrendar y disfrutar el “banh chung” durante la despedida del año lunar para saludar el nuevo refleja la percepción religiosa y la quintaesencia gastronómica del pueblo vietnamita.

Al respecto, Pham Van Luan, residente de la aldea Dam, de la provincia de Ha Nam dijo: “Es imprescindible rendir tributos a los antepasados con unos “banh chung” durante el Tet. El plato está incluido entre las comidas que crean un ambiente especial típico en esta etapa del año. De forma práctica, se sirve como una comida rápida, pero nutritiva, que complace a quienes les gusta sentirse llenos todo el día”.

El “banh chung” no solo es un plato emblemático durante la fiesta del Tet, sino que también se consume todo el año como una delicia de la cocina vietnamita. Sin importar sus diferentes formas en las distintas partes del territorio nacional, la costumbre de ofrendarlo y comerlo en esta ocasión se mantiene como un rasgo cultural hermoso y perdurable de este pueblo.

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