(VOVWORLD) - Los pobladores de la provincia centrovietnamita de Phu Yen, cuna del “Bai choi”, se enorgullecen de la reciente inclusión de este arte tradicional en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Podemos sentirlo en la aldea costera del distrito de Dong Hoa, donde muchos de sus niños muestran interés especial en este canto, lo que da crebilidad del seguimiento de las actuales generaciones en la preservación y la promoción del legado cultural de sus antepasados.
La vida de los habitantes locales aún enfrenta muchas dificultades, a causa de las inclemencias climáticas con el calor sofocante en el verano, lluvias prolongadas y frecuentes tormentas. Sin embargo, ni el sol ardiente ni la lluvia torrencial puede impedir a unas decenas de pequeños de la aldea costera del distrito de Dong Hoa ir a la casa del artista Nguyen Dinh Thoang, en el caserío Phu Tho 3, del pueblo Hoa Hiep Chung, para asistir a su clase de “Bai choi’.
 Una escena del juego-canto "Bai choi"
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Entre los cursantes, los más grandes tienen 15 o 16 años de edad, pero hay también los de solo 7 u 8 años. Algunos viven a unos cientos de metros de la casa de su maestro, otros deben ir más de un kilómetro para poder participar en la clase. Pero la distancia no es nada en comparación con la pasión de esos niños por el “Bai choi”. Huynh Kieu Mai, de 14 años de edad, quien ha participado en la clase del señor Nguyen Dinh Thoang desde hace tres años, expresó: “Cada letra tiene un significado propio. Después de aprender a cantar dos temas, me siento como iluminada. Deseo seguir la clase para contribuir a preservar este hermoso rasgo cultural de mi tierra natal”.
Durante más de 10 años, el artesano Nguyen Dinh Thoang, se dedica a alimentar la afición de los menores por el arte tradicional y afinar su talento. Transmite a sus alumnos todo lo que adquirió de las generaciones anteriores de artistas. Para él, no es tan difícil enseñar a los niños a interpretar el “Bai choi” como captar su atención al arte tradicional. “No puedo imponer mi horario a los niños, sino que mis clases dependen de sus horarios. Es decir si van a la escuela por la mañana, yo les doy clase por la tarde. Puedo enseñarlos una hora o más cada día. Aumento gradualmente el tiempo de modo que puedan asimilar mejor las lecciones”.
Numerosos chicos que siguen este curso comienzan a aprender el “Bai choi” desde pequeños. Adquieren conocimientos básicos sobre el canto folclórico y las técnicas fundamentales como las de tomar respiro, verificar sonido y articular palabras. Estas técnicas son muy importantes y su dominio les ayuda a cantar bien las coplas “xuan nu”, “xang xe”, “co ban”, las cantinelas “ly tang tich”, “ly ngua o” y las barcarolas “ho cheo thuyen” y “ho day ghe”. Día tras día, interpretan las canciones folclóricas con creciente fluidez y naturalidad como si lo llevaran en su sangre. Pham Nguyen Xuan Mai y Nguyen Thanh Dat, dos de los alumnos más sobresalientes del señor Binh Thang manifestaron lo siguiente:
“Yo solía entonar canciones pop o dance y no prestaba mucha atención a las artes tradicionales. Pero con las clases de cantar el “Bai choi” y tras tener la oportunidad de conocerlo más a fondo, amo más este arte considerado como una especialidad de Phu Yen y me siento privilegiada”.
“Seguiré esta clase, ya que me gustan mucho sus melodías. Cantarlas me lleva mucha tranquilidad al alma”.
Quizás es difícil para estos jóvenes entender que las melodías y letras sencillas del “Bai choi” son cristalizados de sudor y creatividad de sus antepasados. Pero la inocencia y la pasión de ellos al cantarlo dan certeza a la eterna vitalidad de este género artístico tradicional en donde nació.