Según los expertos, la progresión económica de Vietnam ha reportado señales positivas durante este año gracias a los esfuerzos notables de los sectores económicos. La creciente demanda doméstica, y el buen rendimiento de los servicios de procesamiento y producción han sido las principales razones de este crecimiento considerable del país en 2017.

De acuerdo con el informe gubernamental presentado ante el Parlamento, el Producto Interno Bruto (PIB) en el tercer trimestre ha consolidado la confianza para obtener la meta del 6,7%, trazada por la máxima organización legislativa. No obstante, la gran brecha entre el crecimiento y el ingreso así como los otros problemas pendientes, han afectado en gran parte al progreso sostenible de la economía nacional a medio plazo.

Al respecto, el especialista en economía Luu Bich Ho analizó: “Todavía existen problemas, por ejemplo, el lento desembolso del capital de inversión pública, las deudas incobrables y especialmente la pública. Así que debemos marcarnos objetivos a corto plazo a fin de superarlos".

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Se han propuesto varias medidas para resolver las mencionadas dificultades tales como aplicar una tasa flexible para mejorar la competitividad de los productos vietnamitas, reducir el costo logístico, impulsar la capitalización por acciones y el retiro del capital estatal, así como elevar la eficiencia de los recursos y los bienes públicos en las empresas.

El profesor Huynh The Du, de la Universidad Fullbright, señaló: “Vietnam necesita centrarse en los factores de crecimiento sostenible a largo plazo. En primer lugar, hay que impedir las especulaciones en los mercados de propiedades y tratos de favor. Mientras, debemos crear un entorno y un mecanismo sanos para estimular el desarrollo del sector privado. A mi juicio, si podemos formar un entorno equilibrado entre las compañías privadas y estatales y crear un acceso equilibrio a los recursos, el crecimiento nacional será muy beneficioso”.

La Resolución sobre el Plan de desarrollo socioeconómico de 2018, aprobado el pasado 10 de noviembre por la Asamblea Nacional de Vietnam, traza la meta general de continuar garantizando la estabilidad de la macroeconomía, contener la inflación, renovar el modelo de crecimiento vinculado con la reestructuración de la economía, así como elevar la calidad del crecimiento, la productividad y la competitividad.

El documento precisa que el PIB aumentará del 6,5% al 6,7%, el valor de la exportación crecerá del 7% al 8%, mientras el ritmo del aumento del precio promedio de consumo será alrededor del 4%. Para conseguir estos objetivos, el Gobierno vietnamita debe seguir renovando el entorno de negocios, así como la reestructuración económica.