China desprestigia su propia imagen con actos violatorios en Mar Oriental

(VOVWORLD) - Las absurdas reivindicaciones territoriales de China en el Mar del Este acompañadas de acciones ilegales continúan provocando enérgicas críticas e indignación a la comunidad internacional. La opinión pública estima que esta actitud y actuación de Beijing no solo lo desprestigia, sino que también agrava las tensiones con Estados Unidos y causa daños irreparables en sus relaciones con los países vecinos.
China desprestigia su propia imagen con actos violatorios en Mar Oriental - ảnh 1 Subi, una estructura convertida ilegalmente en isla artificial y militarizada por China en el Mar del Este. (Foto: AP)

En los últimos tiempos, China demuestra continuamente su capacidad de “mutación” en la política relativa al Mar del Este, desde la autoproclamación de la soberanía en esta zona con una línea de demarcación de “nueve tramos” hasta la comunicación sobre la llamada “estrategia de Cuatro Sha”. Mientras surgió el rechazo a la referida demarcación, el gigante asiático hizo un giro con el reclamo territorial en islas, arrecifes y atolones en el Mar Oriental. Estableció explícitamente los llamados “Xisha” y “Nansha”, y envió aviones a estacionarse en Da Chu Thap (Fiery Cross Reef), una isla perteneciente al archipiélago de Truong Sa (Spratly) de Vietnam.

Al impulsar su estrategia de Cuatro Sha, China viola gravemente estipulaciones en la Carta de la ONU y su Convención sobre el Derecho del Mar (Unclos) de 1982, además de mostrar una escalada calculada en el proyecto de adueñarse del Mar del Este. La opinión pública internacional ha reaccionado fuertemente a la viciosa ambición expansionista de la segunda potencia mundial en la zona.

Países envían notas de protesta a la ONU

En los últimos días, numerosos países, tanto los implicados en las disputas territoriales con China como los de fuera de la región alzaron sus voces para protestar contra la actitud de Beijing.

China desprestigia su propia imagen con actos violatorios en Mar Oriental - ảnh 2Kelly Craft, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.  (Fuente: Departamento de Estado de Estados Unidos)

Más recientemente, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Kelly Craft, dirigió una carta al secretario general de esta organización, António Guterres, en la que destacó el rechazo de la administración norteamericana a los reclamos de China en el Mar del Este por irrespetar las leyes internacionales reflejadas en la Unclos. También le pidió hacer circular su misiva entre todos los miembros de la ONU como un texto al servicio del programa de trabajo de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.

A su vez, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, declaró que Washington califica los reclamos territoriales de China en el Mar del Este de absurdos, peligrosos e ilícitos. También instó a los miembros de la mayor organización mundial a unirse para mantener el Derecho Internacional y la libre navegación en el mar.

Mientras, Indonesia reafirmó su postura al respecto en una nota enviada a Guterres el pasado 26 de mayo, insistiendo en su apoyo al fallo de la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya en 2016, cuando defendió a Filipinas en el pleito de este país contra China.

Igualmente, reiteró que la línea de nueve puntos dibujada por el gigante asiático carece de fundamentos legales y viola gravemente la Unclos de 1982.

La nota de Indonesia es la última de las enviadas a la ONU por Estados integrantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) después de las de Vietnam (en marzo de 2020) y la de Malasia (en diciembre de 2019) con el mismo contenido.

Cálculos de intereses y el precio a pagar

Se puede decir que los criterios y las acciones de Beijing se derivan de cálculos minuciosos de intereses. Sin embargo, al hacer caso omiso a la soberanía indiscutible de Vietnam en Truong Sa y el otro archipiélago llamado Hoang Sa (Paracels) en el Mar del Este, así como el legítimo derecho de los países a la libre navegación marítima y aérea en la zona, China no tienen en cuenta el precio que debería pagar por esos cálculos.

Según analistas, son latentes los riesgos relacionados con la imposición unilateral por parte de la segunda potencia mundial de sus derechos en el Mar del Este. Las tensiones entre Beijing y Washington se han exacerbado de modo regular cuando ambas partes se enfrentan en diferentes campos, desde el comercio y la tecnología hasta los problemas militares, a lo que ahora se suman críticas y acusaciones mutuas en torno a la forma de tratamiento de plagas y al origen del virus SARS-CoV-2 causante de la pandemia de Covid-19. Por otra parte, la imagen de un gran país se ha ido deteriorando a los ojos de sus vecinos del Sudeste Asiático por su irrespeto a las leyes internacionales.

Por lo tanto, si China continúa con esa actitud y con sus actos violatorios del derecho internacional y la soberanía de las naciones ribereñas en la zona, esto se traduciría en una escalada de tensiones y aumentaría los riesgos de conflictos y confrontaciones locales. Además, complicaría la solución de los litigios y problemas relacionados. Y evidentemente, esto puede ser un catalizador para una ola de inseguridad e inestabilidad en la región.

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