Por identificar la estrategia de “zona gris” de China en Mar Oriental

(VOVWORLD) - En los últimos tiempos, el término “zona gris” ha aparecido en muchos análisis de expertos internacionales sobre el Mar Oriental. Se trata de acciones violentas por parte de China con el claro propósito de controlar una gran parte de esa zona.

La “zona gris” puede ser definida como un escenario existente entre las situaciones pacíficas presididas por la bona fides y las guerras propiamente dichas. Es decir, es un conjunto de tácticas para crear tensiones por debajo del nivel de guerra para cambiar el status quo, sin que los otros países tengan la excusa para una intervención militar oficial. Para realizarlas, se pueden implementar fuerzas militares "disfrazadas" como fuerzas civiles. Además, se pueden combinar con otras estrategias como la guerra psicológica, la guerra legal y la propaganda para convertir una región no disputada en una disputada.

Analizan las acciones concretas

A partir de la definición anterior, si analizan la situación tensa y las acciones desafiantes en el Mar del Este por parte de China en los últimos tiempos, pueden ver que Beijing está aplicando la estrategia de “zona gris” y también la ajusta constantemente debido a la situación.

Primero fue la modernización y militarización de sus buques de vigilancia y de pesca. Las imágenes de satélite revelan que hubo momentos en que había entre 200 y 300 barcos pesqueros chinos que rodeaban los arrecifes Subi y Vanh Khan pertenecientes al archipiélago de Truong Sa (Spratly) de Vietnam. Son fuerzas más agresivas para evitar que las embarcaciones de otros países operen legalmente en sus aguas. Más peligrosamente, tienen la capacidad de acceder a áreas donde los barcos navales chinos no pueden, y realizar tareas que esos últimos no tienen permitido llevar a cabo en  las aguas territoriales de otros Estados, incluso atacar a otros barcos golpeándolos,  atropellándolos o disparándolos con los cañones de 30 milímetros y 76 milímetros equipados. Sus acciones agresivas causan preocupación en la región.

De acuerdo con las explicaciones de Beijing, los choques de barcos pesqueros en el Mar Oriental solo son accidentes marítimos muy comunes. Sin embargo, según expertos internacionales, al esconder sus fuerzas milicianas bajo la cubierta de pescadores, China trata de hostigar otros barcos extranjeros que operan en su llamada “línea de nueve tramos”, una zona ilícita imaginada por Beijing para “abarcar” más del 80% de la superficie del Mar del Este.

Esa nación también ha implementado una serie de estrategias sobre la base de la idea de no usar la fuerza militar. En 2014, China instaló la plataforma de perforación petrolera Haiyang Shiyou 981 en las aguas frente a Vietnam. De julio hasta finales de octubre de 2019, movilizó el buque de investigación geológica Haiyang Dizhi-8 y sus escoltas para entrar en el arrecife Tu Chinh (Vanguard Bank) y violar la zona económica exclusiva de Vietnam. Además, usa sus fuerzas desarmadas para estorbar la explotación petrolera y la pesca en la zona.

Además, estableció nuevas bases militares ilegales en el Mar del Este, con el fin de fortalecer el control de Beijing. Por último, China no olvida el frente de información y su papel importante en la estrategia de “zona gris”. De hecho, divulga evidencias históricas a su favor, así como envía a académicos a eventos internacionales para defender sus puntos de vista sobre la soberanía y aumentar el número de artículos que le apoyan.

Impactos negativos en la paz y la seguridad de la región

Es cierto que los otros países del mundo y la comunidad internacional nunca han reconocido el reclamo absurdo e infundado de la “línea de nueve tramos” por parte de China. En su informe “Una región de Indo-Pacífico libre y abierto: Promover una visión conjunta” publicado el 4 de noviembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos afirmó que las reclamaciones de China sobre el Mar Oriental mediante la llamado “línea de nueve tramos” son ilícitas, absurdas y carentes de fundamento judicial. Mientras, la única base legal citada por Beijing para reclamar la soberanía en esas aguas fue rechazada por la Corte Internacional de Arbitraje en su fallo basado en la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982 y emitido en julio de 2016 por una demanda entre China y Filipinas. No obstante, a pesar de estos hechos obvios, Beijing continúa con sus reivindicaciones irrazonables e ilegales y trata de convertir las aguas completamente bajo la soberanía de otros países en zonas en disputa.

Con su ambición de monopolizar el Mar del Este, China está aplicando las tácticas de “zona gris”, además de usar su poder superior para obtener beneficios, lo que aumenta el riesgo de confrontación y amenaza la paz y la seguridad en la región. Se puede decir que todos los países en la zona y el resto del mundo tienen intereses asociados con el Mar Oriental. Por lo tanto, es importante promover un orden en base a las leyes internacionales, especialmente la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982. Este trabajo requiere una cooperación multilateral, con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en el centro. Solo cuando la comunidad internacional alcance la unidad y levante su voz fuertemente, las acciones que van en contra del derecho internacional por parte de China fracasarán.
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