Pese a los desafíos, el CPTPP conocido también como TPP 11 fue aprobado en alto consenso por las 11 naciones involucradas en la ciudad centrovietnamita de Da Nang, al margen de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec) en noviembre de 2017. En la reunión entre los jefes de las 11 delegaciones negociadoras en Tokio, Japón celebrada en el último mes de enero, las partes acordaron los temas remanentes, revisaron los problemas jurídicos y cumplieron los procedimientos internos para llegar a la firma oficial del tratado.

El nacimiento del renovado acuerdo es un viraje del comercio mundial y evidencia los esfuerzos incesantes de los países miembros, entre los que resalta el abanderado Japón después de la retirada de Estados Unidos de este mecanismo transregional.

La preeminencia del tratado comercial de nueva generación

Según lo establecido en el documento, se eximirá más del 98% de los aranceles en el área de libre comercio con un Producto Interno Bruto de 13 millones de millones de dólares, equivalentes al 13,5% de la economía global. En 2017, el intercambio comercial entre los estados integrantes del CPTPP alcanzó cerca de 360 mil millones de dólares.

La actual edición preserva los temas fundamentales de la anterior que consisten en la liberalización y protección inversionista, adquisiciones gubernamentales y la propiedad intelectual, entre otros. En este sentido, los países involucrados tienen que mantener la apertura económica para otorgar a los otros miembros del tratado los mismos derechos. También garantiza a las empresas extranjeras los beneficios equitativos en la adquisición gubernamental de bienes y servicios hacia la competencia justa. Además, el acuerdo brinda la oportunidad de empleo a los trabajadores, las familias, los agricultores, negociantes y consumidores, entre otros.

Para las naciones en vías de desarrollo como Malasia, Vietnam, Singapur, Perú y Chile, los mayores beneficios residen en la ampliación de los mercados de exportación. Entretanto, los países desarrollados se interesan por las adquisiciones gubernamentales y la propiedad intelectual.

Otra novedad del CPTPP es el mecanismo abierto para la participación de otros miembros de dentro y fuera de la zona de Asia-Pacifico, incluido Estados Unidos. Motiva incluso a esta potencia a considerar cuidadosamente su papel en el primer acuerdo progresivo del siglo XXI.

La tendencia de comercio multilateral es inminente

Después de su firma, el CPTPP entrará en vigor a partir de 2019, momento en que al menos 6 naciones involucradas cumplirán los procedimientos nacionales. La rúbrica del tratado es un paso innovador porque revitaliza su precursor e incentiva la integración mundial de las economías de la región de Asia-Pacífico. Esto quiere decir que la tendencia de comercio multilateral es inminente e irreversible. El documento tiene como finalidad contrarrestar los tratados de libre comercio basados en la política de “Estados Unidos primero” de la administración del presidente Donald Trump. De esta manera, el CPTPP abandera la lucha contra el proteccionismo creciente en el mundo.

Además de los beneficios económicos, el tratado es ejemplar para los otros similares, entre ellos el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP) liderado por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean). Con una estructura abierta, el renovado tratado transpacífico no fija el número de firmantes en 11. En la actualidad, Corea del Sur, Taiwán (China), Tailandia, Indonesia y Filipinas están dispuestos a participar en este acuerdo, allanando así el camino para desarrollar nuevas cadenas de valor en Asia en beneficio de las partes involucradas.