Escala la tensión bélica en Libia

(VOVWORLD) - En los últimos días se han desatado sangrientos combates entre facciones rivales en Libia, los cuales han aumentado los temores de que el país nor-africano se sumergió en una nueva crisis política y de inseguridad desde la Primavera Árabe de 2011. La ONU y otras organizaciones internacionales han pedido que se tomen con urgencia las medidas necesarias para prevenir la violencia y evitar la escalada de los conflictos, que puede afectar negativamente la estabilidad de la región y el resto del mundo.
Escala la tensión bélica en Libia - ảnh 1Fathi Bashagha en una rueda de prensa, el 10 de febrero de 2022, en Trípoli. (Foto: AFP/VNA)

Según apuntaron Naciones Unidas y fuentes regionales, los enfrentamientos armados entre partidarios de dos gobiernos rivales en Libia causaron grandes daños y dejaron solo este sábado al menos 23 muertos e hirieron a otros 140.

Combates feroces

El último estallido de violencia se produjo en la capital, Trípoli, y otras ciudades libias resultaron víctimas de las tensiones que han durado meses, provocadas por el hecho de que el Consejo de Diputados de Libia, con sede en la ciudad de Tobruk, en el este del país, designó en febrero a Fathi Bashagha como nuevo primer ministro para reemplazar al jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) Abdul Hamid Dbeibah, quien recibió el respaldo de las Naciones Unidas.

La designación de Fathi Bashagha como primer ministro fue rechazada de inmediato por el actual jefe del gobierno transitorio, Abdul Hamid Dbeibah, quien declaró que no transferirá el poder a ninguna administración, excepto a un gobierno elegido por el pueblo libio. Mientras, los partidarios al GNU advirtieron que el Parlamento en Tobruk estaba desafiando la autoridad legítima reconocida por las Naciones Unidas.

Anteriormente, se registraron algunas pequeñas hostilidades entre grupos armados; pero a mediados de agosto los enfrentamientos se tornaron cada vez más violentos e incrementaron los temores del estallido de una guerra civil en Libia, al tiempo que atemorizaron a toda la región ante el riesgo de inestabilidad.

De hecho, estas preocupaciones están completamente justificadas, porque a lo largo de los años Libia ha sido el principal punto de partida para los migrantes que buscan alcanzar Europa por la ruta del Mediterráneo. Entonces, si estalla la guerra, toda la región debería afrontar nuevamente los flujos migratorios. Además, la incertidumbre política en Libia impactará significativamente en la vida socioeconómica de numerosos países de la zona, tales como Egipto y Túnez.

Por buscar una solución diplomática

Ante la preocupante situación actual en Libia, las Naciones Unidas y numerosos países y organismos internacionales han pedido en reiteradas ocasiones tomar medidas urgentes para evitar la escalada de violencia y restablecer la estabilidad en este territorio. De esa manera, destacaron la necesidad de crear condiciones favorables para la implementación del proceso político, incluida la organización de las elecciones a la Asamblea Nacional de Libia, que estaban programadas para diciembre de 2021, pero se retrasaron por varias razones.

En una declaración anunciada el 25 de agosto, Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por la situación en Libia, y destacó que la mayor organización mundial sigue de cerca los preocupantes acontecimientos allí, especialmente las actividades para movilizar fuerzas y las amenazas de usar la fuerza con fines políticos. Llamó también a las partes involucradas a rebajar las tensiones y prestar más atención a las necesidades del pueblo, es decir, la reconciliación política y la paz.

El mismo día, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas a Libia (UNSMIL) también instó a todas las partes involucradas a “cesar de inmediato las hostilidades” para garantizar la seguridad de los civiles y buscar soluciones políticas para el conflicto actual. Mientras tanto, la embajada de Estados Unidos en Libia emitió un comunicado en el que expresó su “profunda preocupación” por los combates en Trípoli, y pidió a todas las partes en pugna que ejerzan moderación y entablen un diálogo para resolver las diferencias.

En particular, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió convocar el 30 de agosto una sesión especial para buscar soluciones a la crisis en Libia. La opinión internacional espera que la reunión pueda adoptar una resolución destinada a solicitar a las partes en Libia que detengan sus hostilidades, allanando el camino para la implementación de soluciones políticas en este sentido, incluidas la elaboración de una nueva Constitución y la celebración de elecciones democráticas bajo supervisión internacional.
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