(VOVWORLD) - Este miércoles 24 de agosto se cumplirán seis meses de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, la que hasta ahora se ha cobrado la vida de miles de personas de ambos lados, incluidos civiles. Este conflicto también ha dejado profundos impactos en la vida de decenas de millones de habitantes de los países de la región, así como en la estabilidad de Europa y del mundo entero.
 Soldados rusos en un tanque en un área controlada por fuerzas separatistas pro-rusos en el distrito de Volnovakha, provincia de Donetsk, en la región oriental de Ucrania. (Foto: Agencia Anadolu) |
Desde que Rusia iniciara el 24 de febrero su operación militar especial destinada a “desmilitarizar” y “desnazificar” a Ucrania, las dos partes han sufrido graves pérdidas. Además del saldo mortal y las destrucciones registradas en las regiones orientales y meridionales de Ucrania, este conflicto ha impactado en gran medida en la situación geopolítica global.
Graves impactos de la guerra
Hasta el momento, no se ha publicado ningún informe independiente y fiable a nivel internacional sobre las bajas de Rusia y Ucrania en este conflicto que pronto llegará a su sexto mes. Sin embargo, reportes divulgados por una parte y otra, y fuentes internacionales, demuestran que el saldo de muertos y heridos puede llegar a decenas de miles de personas. Datos citados el 22 de agosto por el Ministerio de Defensa de Ucrania revelaron que al menos nueve mil de sus soldados resultaron muertos desde el inicio del conflicto. Otros millones de ucranianos tuvieron que abandonar sus hogares para huir de las bombas, entre ellos unos 10 millones debieron buscar refugios en los países vecinos, y solo una pequeña parte de estos se han repatriado.
Mientras tanto, las pérdidas materiales también han sido enormes, más de 700 mil millones de dólares estadounidenses según estimaciones del Gobierno de Kiev divulgadas a principios de junio.
Para Rusia, fuentes internacionales afirmaron que el número de muertos y heridos en los campos de batalla en Ucrania pueden llegar a miles de personas. Por otro lado, la economía rusa se ha visto afectada gravemente por las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados europeos. Datos difundidos el 12 de agosto por la Oficina de Estadísticas del país euroasiático corroboraron que el Producto Interno Bruto de Rusia en el segundo semestre del presente año experimentó una caída del 4% en relación con igual periodo de 2021. Entre tanto, según pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de julio pasado, esa cifra puede reducirse en un 6% en 2022.
 Un bombero intenta apagar un incendio en Crimea el 16 de agosto. (Foto: TASS) |
Además de sus dramáticos efectos en la población y la economía de los países directamente involucrados en los conflictos bélicos, esta guerra interrumpió la cadena de suministro global, provocando un tremendo disparo de los precios de energías y alimentos en casi todas las regiones del orbe, el aumento de la inflación, la desaceleración económica e inestabilidad social en muchos países. Estas consecuencias han sido confirmadas por organizaciones e instituciones financiero-económicas internacionales en sus diversos reportes y reflejadas en hechos reales.
Desafíos y perspectivas por alcanzar una solución al conflicto
Se puede decir que los impactos del conflicto Rusia-Ucrania son descomunales y se han extendido a todo el mundo. Sin embargo, lo más preocupante es que tras más de 180 días, no se han vislumbrado signos de que la guerra pueda terminar pronto.
Después de numerosas vueltas de negociación sin progreso en los primeros momentos, Rusia y Ucrania cesaron por completo las conversiones desde el pasado mes de abril, lo que hace que el alcance de un acuerdo de alto el fuego sea más lejano.
En una declaración oficial emitida el pasado 12 de agosto, Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky afirmó que en el actual contexto no hay razón para que Kiev organice diálogos con Rusia. Esto, según el funcionario, sólo oficializaría el fracaso de Ucrania y Europa, así como también los valores europeos.
Por su parte, en declaraciones al periódico Financial Times el 22 de agosto, el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Gennady Gatilov, estimó que “no existe ninguna medida diplomática para poner fin a la guerra en Ucrania”. También aseguró que no habrá ningún encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin y su par ucraniano Volodymyr Zelensky en un futuro cercano.
Todo demuestra que el conflicto, en el que también se involucra Occidente con su desmesurado apoyo financiero y militar, pueda prolongarse más. Ante esta realidad preocupante, las Naciones Unidas y algunos países han promovido iniciativas para reactivar los contactos diplomáticos entre Moscú y Kiev, y con otras partes relacionadas.
En concreto, la semana pasada, el secretario general de la ONU, António Guterres, realizó una gira especial por Ucrania y Turquía, país que hasta ahora ha desempeñado activamente el papel de mediador. A su vez, en su visita a Ucrania y en las conversaciones con el presidente Volodymyr Zelensky en Leópolis, el presidente turco, Tayyip Erdogan, expresó su convicción de que el conflicto terminará pronto en la mesa de negociaciones. De acuerdo con el líder turco, las dos partes desean poner fin a los enfrentamientos bélicos y esto, según él, es una base importante para continuar promoviendo los esfuerzos por los diálogos de paz.