(VOVworld) – Estados Unidos anunció recientemente que recortará la ayuda militar y económica anual a Egipto, en respuesta a la represión del gobierno interino contra los manifestantes partidarios del depuesto presidente Mohammed Mursi. ¿Es una acertada decisión cuando Egipto se enfrenta a muchos retos en términos de seguridad y economía?

Señales negativas

Estados Unidos se propone suspender un crédito de 260 millones de dólares para el actual gobierno egipcio y también una importante transferencia de armamentos que incluyen 10 helicópteros Apache, aviones F-16, tanques M1A1Abrams y misiles Harpoon. Con antelación, Washington anuló unas maniobras militares conjuntas y aplazó la entrega de cuatro aviones de combate F-16 y otras armas al ejército egipcio. Con estas decisiones, Washington busca presionar a las autoridades egipcias para que baje el nivel de represión contra los manifestantes opositores y acelere la transición democrática. La reducción de la ayuda no resulta sorprendente porque ya el Departamento de Estado había manifestado contrariedad al producirse la destitución golpista del presidente electo y la sangrienta represión contra los miembros de la organización Hermanos Musulmanes, que siguieron después.

Pérdida de influencia

Por su parte, Egipto censuró las anunciadas medidas de Estados Unidos. El portavoz del Ministerio egipcio de Relaciones Exteriores, Badr Abdelatty, las calificó de erróneas en un “momento inadecuado”, cuando Egipto ahora se enfrenta a muchos desafíos relacionados con las amenazas del terrorismo. La cancelación de la millonaria ayuda militar siembra dudas acerca del apoyo estratégico de Washington a la política de seguridad gubernamental, afirmó el funcionario, añadiendo que se mantendrá inalterable.

El primer ministro interino, Hazem El Beblawi, advirtió que en el pasado Egipto adquirió armas de Rusia, por lo que puede encontrar otras alternativas sin el apoyo de Estados Unidos. Reveló que Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait han prometido proporcionar miles de millones de dólares en respaldo al gobierno egipcio de facto. Con ello se encuenta sin necesidad de la ayuda militar de Washington, agregó. Mientras tanto, el Comandante en jefe del de las Fuerzas Armadas de Egipto, Abdel Fattah el Sisi, recomendó que su país no se rinda ante ningún tipo de presiones, ya sea por acción o simplemente por omisión.

 El recorte de ayuda de Estados Unidos parece no solo aumentar las tensiones con su tradicional aliado sino que puede tener efectos negativos a la economía egipcia después de dos años de hundirse el país por inestabilidades políticas.

Tranquilizar al aliado

A excepción de los recortes de la ayuda militar y económica, la administración norteamericana aseguró que mantiene toda la financiación para garantizar la seguridad, la asistencia a programas de educación y salud, y para la lucha antiterrorista en las fronteras. El secretario norteamericano de Estado, John Kerry, señaló que la nueva decisión no significa que Washington intenta empeorar sus relaciones con El Cairo ni renunciar a sus compromisos con el país nor-africano. Informó que la reanudación de la ayuda suspendida se revisará en función de los avances democráticos del país.

Desde 1978, Egipto fue considerado uno de los aliados clave de Estados Unidos en el volátil Oriente Medio. Sin embargo, los acontecimientos recientes muestran que a Estados Unidos le será difícil garantizar sus beneficios en la región como antes, que al parecer han perdido influencia en el régimen interino egipcio.