El mitín frente a la Plaza del Teatro de Ópera de Hanói el 19 de agosto (Foto: qdnd.vn)

Han pasado más de siete décadas pero el señor Hoang Ngoc, en la aldea de Tan Ap, de la comuna de Tan Trao, provincia norteña de Tuyen Quang, aún recuerda el 21 de mayo de 1945. Ese fue el día que el presidente Ho Chi Minh llegó a esa localidad para dirigir el Congreso Nacional destinado a elaborar las estrategias del movimiento revolucionario del país. Entonces, Hoang Ngoc, con solo 10 años de edad, tuvo la oportunidad de formar parte de un grupo infantil de recepción de los delegados participantes. El hombre contó: “Nuestra aldea pertenece a la minoría étnica Tay. Nuestra vida fue miserable bajo el dominio colonial francés. Pero después, conocimos la causa revolucionaria promovida por el Partido Comunista y el presidente Ho Chi Minh, eso animó nuestro espíritu de lucha. Hicimos todo lo posible para garantizar el triunfo de la revolución nacional.”

Con una confianza absoluta, los pobladores de Tan Trao escondieron al Tío Ho, el comando y los combatientes revolucionarios en los bosques para protegerles del rastreo de los enemigos, ayudando así a retomar el gobierno después. Según el profesor y doctor Mach Quang Thang, de la Academia Política Nacional Ho Chi Minh, el levantamiento general fue preparado durante 15 años. Agregó: “Establecimos el Partido Comunista de Vietnam en 1930. Luego, llevamos a cabo los movimientos revolucionarios en los períodos 1930-1931, 1931-1935 y 1936-1939, con el Soviet Nghe Tinh como el más destacado. A través de estos acontecimientos, pudimos captar la situación para adoptar las orientaciones adecuadas y unir la fuerza del pueblo con el respaldo internacional, en aras de asegurar el éxito de la Revolución de Agosto.”

Después del llamamiento del levantamiento general el 19 de agosto, decenas de miles de vietnamitas acudieron a la Plaza del Teatro de la Ópera de Hanói. La marcha se convirtió luego en un combate armado para ocupar el Palacio Residencial del Gobernador de Tonkín, los cuarteles y las otras sedes gubernamentales, marcando así el inicio de la Revolución de Agosto.

Esta victoria dejó valiosas lecciones a las siguientes generaciones, especialmente sobre el rol clave del pueblo y de la unidad nacional. El doctor Nhi Le, editor adjunto de la revista “El Comunista”, dijo que este evento estimuló el espíritu revolucionario en todo el país y atrajo la participación de todos los estratos sociales, sin importar la etnia ni la religión. El intelectual agregó lo siguiente: “Las campañas revolucionarias estalladas en todas las regiones, desde el norte hasta el sur, nos permitieron retomar el poder. Eso evidencia la fuerza de la solidaridad popular. La Revolución de Agosto es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.”

Este año marca el 73 aniversario de dicho acontecimiento tan importante de la historia. Los vietnamitas siempre se acuerdan de las contribuciones de sus antepasados y seguirán promoviendo los logros alcanzados desde la Revolución de Agosto de 1945.