(VOVworld) – El 2016 ha sido un año triste para la música vietnamita con la desaparición física de numerosos artistas talentosos y compositores famosos, entre ellos Nguyen Duc Toan, fallecido el 7 de octubre a la edad de 87 años, quien ocupa un lugar preeminente en la música revolucionaria del país.

El músico Nguyen Duc Toan en una de sus exposiciones de pinturas

Nguyen Duc Toan nació en 1929 en Hanoi, en una gran familia de artistas. Su padre era escultor, mientras sus hermanos y hermanas también trabajan en el campo de la música. En 1944 ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Indochina. En 1945, después de la Revolución de Agosto, decidió pasar a la clandestinidad con sus amigos en la zona de guerra Viet Bac para luchar contra el colonialismo francés. Privado de todo en esa región montañosa, aprendió a tocar la guitarra y cantar con los soldados. Fue en esa época cuando compuso sus primeras canciones, entre las que destacan “Vivo en la tierra semi montañosa”, “Una tarde en la retaguardia” o “El arroz nuevo”.

 En 1954, su canción “Te invito a visitar mi tierra natal” marcó un punto de inflexión en su carrera musical. Desde entonces, este autor prolífico y ávido se enfocó en temas que rinden homenaje a los héroes nacionales que cayeron por la Patria, con títulos como “Agradecidos a la heroína Vo Thi Sau”, “Seguir el ejemplo de Ly Tu Trong”, y “Canto de Ngo May”. Durante los años de la guerra contra la agresión estadounidense, compuso otras canciones, incluidas, “Cavar trincheras”, “El canto para conductores”, “Nguyen Viet Xuan, todo el país lo ama”, “Coser la ropa para los soldados”, "Alabando a Tran Thi Ly” y ¨Exaltación a Nguyen Van Troi”, entre otros.

Entre los años 1968 y 1970, Nguyen Duc Toan fue enviado a Ucrania para hacer unas prácticas en el Conservatorio de Música de Kiev, donde comenzó a componer sinfonías para violín y orquesta. De vuelta a casa, comenzó a componer obras para coro, de las cuales destacan “La canción de los constructores”, “Amor inmenso como el mar”, “Una tarde en el puerto” y especialmente “Hanoi, un corazón rojo”, un obra que ha seducido a muchas generaciones de capitalinos. Cabe decir que la mayoría de las composiciones de Nguyen Duc Toan han estado vinculadas a cada etapa histórica del país, exaltando el patriotismo de los vietnamitas y demostrando su optimismo y confianza en el futuro. Nos dejó una herencia musical de más de un centenar de obras, por eso, su fallecimiento entristeció profundamente a familiares, amigos y el público. El compositor Huy Thuc, un amigo cercano, expresó: “Yo fui amigo de Nguyen Duc Toan desde 1960. Ambos somos compositores del Ejército. Él tenía un enorme talento. Lamento mucho la pérdida de tan apreciado amigo”.

Además de su pasión por la música, Nguyen Duc Toan se dedico a las artes plásticas, con valiosas obras de laca. Dinh Tien Hai, pintor y ex profesor de la Universidad de Bellas Artes Industriales de Vietnam, comentó: “Él componía mientras pintaba. Sus canciones patrióticas eran comparadas con retratos de héroes creados con la música. Es evidente que poseía un doble talento, para pintar y componer, y cada una de sus composiciones musicales y pictóricas nos lo recuerdan”.

Por sus grandes contribuciones a la industria musical de Vietnam, el autor Nguyen Duc Toan recibió en el 2000 el Premio Ho Chi Minh de Literatura - Artes, la máxima distinción otorgada por el Estado vietnamita.