Reajustar acápites para mejorar las áreas rurales vietnamitas

(VOVworld) - Después de 3 años de implementación, el programa de construcción del nuevo  campo ha contribuido a transformar numerosas zonas rurales vietnamitas. Sin embargo, en realidad existen algunos puntos irracionales, lo que hace que muchas obras edificadas no hayan puesto en juego su eficacia y  que el pueblo no pueda ver beneficiado sus intereses. Por ello, es necesario reajustar algunos estándares para que esta tarea crucial se realice con más eficiencia.

El jefe del Gobierno vietnamita promulgó en abril de 2009 los acápites considerados como bases para construir el programa de objetivo nacional de construcción del nuevo campo en el período en que se impulsan la industrialización y la modernización del país. Estos l9 estándares consisten en la planificación y construcción de obras de comunicación, hidráulicas, de electricidad, escuelas, establecimientos culturales, el ingreso percápita anual y la reducción del índice de pobres, entre otros. Al cabo de 3 años de realización, lo más visible es que numerosas zonas campestres se han desarrollado y la vida del pueblo ha mejorado notablemente. Sin embargo, en el proceso de implementación, surgieron algunos problemas. 

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La recolección del arroz en la comarca de Thuy Huong, Ha Noi


Por ejemplo, la comuna de Song Phuong en las afueras de Hanoi, ha obtenido l6 de los l9 acápites, entre estos un 70 por ciento del presupuesto para construir vías de comunicación rural con el aporte y supervisión por el pueblo. Sin embargo, el modelo del mercado y la casa cultural todavía no resultan convenientes con la localidad. El mercado de Thu Que en Song Phuong fue construido el año anterior, pero muy pocas personas hacen compraventas aquí, ya que los lugareños se han acostumbrado a llegar a las ferias cerca de las vías de comunicación  que son muy favorables. La señora Nguyen Thi Hoi, una comerciante local dijo: “Al principio el mercado estaba muy ordenado. Sin embargo, después los vendedores ocuparon la entrada, por ello, pocas personas entraron”. 

Según los administradores, aunque es hermosa y espaciosa, la casa cultural no se ajusta a las costumbres y prácticas locales, así como a las actividades comunitarias en el campo. Los dirigentes lugareños consideraron que si el pueblo no entra en el mercado ni usa la casa cultural será un gran despilfarro. El señor Bui Van Duc, presidente de la comarca de Song Phuong, subrayó:“Este es un nuevo modelo, por eso al principio se encontraron no pocas dificultades en cuanto a la conciencia y participación del pueblo. Las obras en  despliegue en el programa de construcción del nuevo campo deben ser acometidas por el pueblo para poner en juego su eficacia”.  

Según dirigentes del Departamento de Agricultura y Desarrollo rural de Hanoi, este año, 3 comunas de la ciudad lograrán las l9 normas de la construcción del nuevo campo. Sin embargo, esta es una cifra muy pequeña en comparación con las 400 comarcas con que cuenta la capital.  El señor Dao Duy Tam, subdirector de dicho departamento opinó que incluso la mayoría de las comunas que han obtenido casi todos los acápites aún no responden a la demanda de servicios del pueblo.“En realidad hemos percibido este problema, y si no se tiene en cuenta, este movimiento solo será formal. No solo se construyen caminos, sistema de abastecimiento de agua potable o establecimiento de procesamiento de productos agrícolas, sino que se debe elevar su calidad para responder al verdadero objetivo de construcción del nuevo campo”. 

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Las minorías étnicas participan activamente en el programa
de construcción de la nueva ruralidad


  Luego de 3 años de cumplimiento de esta tarea central en las 9 mil comarcas en todo el país,  el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural propuso recientemente que el Gabinete reajuste por lo menos 5 acápites entre ellos el relativo a la estructura laboral, porque el viejo estándar estipuló que la comuna del nuevo campo solo tendría menos del 30 por ciento de trabajadores agrícolas. Esta norma no es conveniente con las comarcas en las zonas lejanas, intrincadas y especializadas en el cultivo de plantas agrícolas. Sobre el ingreso, la comarca que logra este título debe tener el ingreso percápita anual superior a los 22 millones de dong  (el promedio del país). Sin embargo, este solo es el nivel común del país, respecto a zonas concretas, se debe aplicar normas adecuadas. El viceministro de agricultura y desarrollo rural Nguyen Dang Khoa consideró que el reajuste de estándares no significa hacerlos más fáciles, sino más razonables. “La modificación no consiste en bajar las metas, sino resolver dificultades y obstáculos irracionales. El reajuste no influirá mucho en el cumplimiento del objetivo común del programa”.

Las experiencias iniciales en la construcción del nuevo campo también demuestran que la ayuda del presupuesto estatal no es lo decisivo. La realidad consiste en que los lugares que realizaron bien la propaganda, crearon el consenso del pueblo y movilizaron la fuerza interna, triunfaron. En este movimiento, ante todo se debe hacer que los campesinos comprendan el proyecto y construyan el nuevo campo por ellos mismos y por sus familias. Solo así, este programa será eficiente y creará la fuerza motriz y el desarrollo sostenible en la agricultura y el campo vietnamita.


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