(VOVWORLD) - Cuando los rayos del sol primaveral aparecen y espantan el frío del invierno, los ciruelos empiezan a florecer. Una manta de color blanco cubre las montañas del distrito de Moc Chau, en la provincia septentrional de Son La, a unos 200 kilómetros al oeste de Hanói. Este fenómeno crea una belleza extraordinaria en el valle de Mu Nau y la aldea de Phieng Canh, los destinos que los turistas no deben perderse al llegar a Moc Chau. Al llegar allí, a finales de enero y principios de febrero, los visitantes disfrutan de la belleza poética de los florecientes huertos de ciruelos y, además, tienen la oportunidad de sumergirse en la vida simple y pacífica pero rica en cultura de los Mong, un grupo étnico asentado en Moc Chau.
Quỳnh Mai