(VOVWORLD) - Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron el 22 de noviembre que durante el día, la fuerza aérea del país llevó a cabo ataques contra objetivos del movimiento Hezbolá, concentrados en los suburbios de la capital Beirut y la ciudad de Tiro, en el sur del Líbano, destruyendo su sala de mando, arsenales y estructuras militares.
Las FDI afirmaron que antes de las embestidas, publicaron avisos que pedían a los residentes evacuar de las zonas objetivo a punto de ser atacadas.
El Ministerio de Salud libanés no actualizó ayer el número de víctimas en los últimos ataques israelíes, pero anunció que había registrado hasta 52 muertes debido a las incursiones israelíes el 21 de noviembre.
Mientras tanto, Hezbolá lanzó numerosos ataques con misiles y drones contra diferentes áreas en las dos regiones de Galilea Occidental y Haifa en el norte de Israel, la mayoría de los cuales fueron derribados por redes de defensa aérea de Tel Aviv o cayeron en zonas deshabitadas, por lo que no causaron víctimas ni daños importantes. Además de eso, la infantería israelí y los pistoleros de Hezbolá también lucharon ferozmente en el frente sur del Líbano.
En un acontecimiento relacionado, el mismo día, Gonzalo Vargas Llosa, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Siria, informó que algunas personas evacuadas a Siria ahora tienen que tomar la muy difícil y potencialmente mortal decisión de regresar al Líbano, argumentando que las condiciones económicas son extremadamente pobres en Siria.
Por su parte, la enviada especial adjunta de la ONU para Siria, Najat Rochdi, también advirtió sobre un aumento significativo de los ataques aéreos israelíes contra Siria, así como de la violencia en ese país.