En este sentido, por decisión del presidente ruso, Vladimir Putin se le concede al Gobierno el derecho a introducir distintas contramedidas, que, sin embargo, no deben afectar las mercancías vitalmente importantes que no tengan análogos en Rusia ni en otros países. Estas decisiones podrán ser tomadas por Putin a partir de las propuestas del Consejo de Seguridad de Rusia para contrarrestar las acciones inamistosas de Washington y otros países extranjeros.  En concreto, la ley recién aprobada busca limitar la exportación e importación de ciertos productos, además de “reducir” o “prohibir” los servicios que ofrecen las empresas pertenecientes a los “países hostiles”, así como a los organismos gubernamentales y municipales de la nación euroasiática.

Según el plan, dicho proyecto jurídico será presentado al Consejo Federal (Cámara Alta). Una vez aprobado, será enviado al mandatario Putin para firmar la promulgación de la ley.