(VOVworld) – La demostración antigubernamental del pasado 11 de enero frente al palacio presidencial egipcio se ha saldado con choques violentos entre manifestantes y policía después que las Fuerzas Armadas retiraran el muro de cemento levantado en la calle de Merghany tras la publicación el 22 de noviembre de la polémica declaración constitucional del presidente, Mohamed Mursi. Los manifestantes se opusieron a la apertura de la calle argumentando que les protegía de posibles ataques por parte de bandas armadas opositoras. Por ello, intentaron sustituir el muro con alambre de púas y barras de hierro, lo que provocó la respuesta de las fuerzas de seguridad, que procedieron a detener a varios de los presentes. Sin embargo, los detenidos fueron liberados tras negociaciones entre la policía y los manifestantes, en las que los agentes se comprometieron a no disolver una sentada de protesta, que entró este viernes en su undécimo día consecutivo.

En un hecho relacionado, al menos 7 egipcios resultaron heridos debido a un ataque contra 4 coches policiales en la península de Sinaí, cerca de la frontera con Israel en el mismo día. De acuerdo con una fuente, de este suceso se responsabiliza a grupos de extremistas islámicos.