Víctimas de la dioxina en Vietnam y sus historias de superación

(VOVWORLD) - El 10 de agosto de 2021, Vietnam conmemora 60 años del desastre del Agente Naranja/Dioxina, un tipo de químico tóxico arrojado por las tropas estadounidenses en las localidades de este país entre 1961 y 1971, con graves consecuencias para la salud de numerosas generaciones de vietnamitas.

Con los esfuerzos para superar las dificultades causadas por las enfermedades, numerosas víctimas de este defoliante han hecho contribuciones importantes a la sociedad, inspirando a mucha gente.

Heredando las secuelas de su padre infectado con el Agente Naranja, Chu Quang Duc en el distrito de Me Linh, de la ciudad de Hanói, nació con piernas y brazos deformados. Pero sin rendirse, completó todos los niveles de educación y aprobó el examen de ingreso a la Escuela Superior de Pedagogía. 

Víctimas de la dioxina en Vietnam y sus historias de superación - ảnh 1El maestro Chu Quang Duc (i) y su padre veterano, Chu Quang Chien. (Foto: baoquocte.vn)

Ahora, es profesor de informática en la escuela secundaria Me Linh, Hanói, y todos los días regresa a casa en su silla de ruedas. A fuerza de voluntad y sus propios esfuerzos por investigar y mantenerse actualizando, Duc ha enseñado con dedicación a diferentes generaciones de estudiantes. El maestro dijo lo siguiente: “Trato de brindar conocimiento a los estudiantes, para que puedan mantenerse al día y aprender. Imparto clases online con suficientes documentos para los alumnos. En general, siempre cambio el método de enseñanza. Me adapto a la sociedad contemporánea para no quedarme atrás”.

En la familia de Duong Van Binh, del barrio de Bach Quang, de la ciudad de Song Cong, adscrita a la provincia norteña de Thai Nguyen, los tres hermanos nacieron con discapacidades debido al Agente Naranja legado por su padre veterano. En particular, Van Binh sufre de atrofia en las piernas, tumores y cifosis de la columna, pero aún así aprendió un oficio para aliviar la carga de su familia. Alquiló una tienda en la ciudad de Song Cong para iniciar un negocio de reparación de aparatos electrónicos. Con un poco de capital, este hombre y su esposa decidieron abrir una granja de ganado y luego una fábrica de confección de ropa al servicio de la comunidad. Actualmente, esta instalación ofrece puestos de trabajo a decenas de personas discapacitadas que son víctimas de dicha sustancia tóxica.

“Cada año, la Asociación de Víctimas del Agente Naranja/Dioxina de la ciudad, en colaboración con el Servicio de Trabajo, Inválidos y Seguridad Social y el Centro de Formación Profesional de la provincia, capacita a los niños víctimas de esta sustancia tóxica. Me acerqué a ellos y los invité a la instalación para que mi esposa pudiera capacitarlos. Después de que cumplan los requisitos, los aceptamos para trabajar en nuestro taller de costura. Algunos jóvenes se han esforzado por ganar de 3 millones a 4 millones de dongs al mes”, dijo Van Binh. 

Las sonrisas siguen apareciendo en los rostros de las víctimas de la dioxina incluso en los momentos más difíciles. No se sienten solos porque van acompañados del apoyo del Estado, las autoridades, los sindicatos y la sociedad. En los últimos años, el Fondo para las Víctimas del Agente Naranja en todos los niveles ha movilizado 2 billones 660 mil millones de dongs (más de 115,8 millones de dólares) para ayudar a dichas personas. Mientras tanto, 12 Aldeas de la Paz y de la Amistad, junto con muchos centros para niños discapacitados y de protección social siguen realizando actividades de capacitación vocacional para miles de jóvenes con discapacidades debido al Agente Naranja.

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