El exjefe anticorrupción del Partido Comunista de China, Wang Qishan (i) y el reelecto presidente chino, Xi Jinping (Foto: VOV)

En la sesión plenaria celebrada en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, se eligió también al exjefe anticorrupción del Partido Comunista de China, Wang Qishan, como nuevo vicepresidente del país en sustitución de Li Yuanchao.

Además, se aprobó una ambiciosa reestructuración del Gobierno chino, con la cual se realizarán cambios en una decena de ministerios y se contemplará la desaparición de algunas administraciones estatales.

Por la tarde del mismo día, se designaron al primer ministro, los vicepremieres, los ministros y los jefes de la Fiscalía y el Tribunal Popular Supremo.

Como parte de las reformas constitucionales, el presidente y otros funcionarios del gobierno debían jurar obediencia a la Carta Magna, antes de asumir sus funciones.