Vitalidad de canto aficionado en territorio insular

Desde hace más de l0 años siempre se escuchan animados cantos y risas  en la casa de Le Truong Giang en la comarca de Tho Chau, Phu Quoc. Los integrantes del club de aficionados se concentran aquí para practicar y preparar encuentros con las tropas y servir a los isleños. Giang, fundador de esta sociedad artística, rememoró cuando en 1993 llevó a toda su familia a la isla de Tho Chau para vivir acogido al programa de emigración del Estado.

“En ese tiempo la vida espiritual era muy pobre, por lo tanto, establecí este círculo para ofrecer un sustento espiritual a los lugareños. Desde pequeño me gusta la trova improvisada, y por eso la practico diariamente con otros amantes como yo para intercambiar. Me sentí muy orgulloso cuando el đờn ca tài tử fue honrado por la UNESCO como Patrimonio cultural intangible de la humanidad.”


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Artistas de la música aficionada


Los miembros de la tertulia del arte aficionado de Tho Chau son pescadores, agricultores, cuadros de la comuna y personas de edad avanzada. Las tonadas  dulces les ayudaron a olvidar el cansancio después de largos días de trabajo en el mar.

Antes, en la isla lejana, debido a la carencia de medios para actualizar nuevos cantos, Giang fue quien compuso trovas. Ahora, Tho Chau se ha desarrollado mucho y los medios de esparcimiento  también son más diversificados, sin embargo, la asociación de đờn ca tài tử  todavía existe y realiza actividades como una parte indispensable de la vida espiritual de los residentes. Nguyen Xuan Hien, miembro del club, dio a conocer:

“A las mujeres isleñas les gusta mucho el son improvisado y apoyan calurosamente la asociación. Estas son creaciones caseras, por ello las interpretamos con toda nuestra pasión.”

Al igual que Tho Chau, la trova aficionada ha enriquecido más la vida espiritual de los habitantes de la isla de Phu Quoc y se ha convertido en un “producto especial” favorito de numerosos visitantes nacionales e internacionales al recorrer el territorio lejano de Vietnam. El Club de don ca tai tu local cuenta con más de 30 integrantes que se reunen cuatro noches a la semana en la Casa de los  Pioneros y el mercado nocturno de Dinh Cau. Ha Kim Thanh, presidenta de la sociedad, apuntó:

“Aunque la isla está lejos de tierra firme, el son improvisado se desarrolla mucho. Aquí faltan formas de entretenimiento, por lo tanto, muchas personas tienen afición al canto nostálgico. Hubo veladas en que la mayoría de los cantantes fueron visitantes y solo uno o dos miembros del club intervinieron.”


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Certificación de la UNESCO que reconoce la música aficionada como
Patrimonio cultural intangible de la humanidad


Aunque tiene cerca de 70 años de edad Thanh se muestra apasionada con el arte original y hasta el momento, ha compuesto más de l00 cantos para elogiar a los habitantes y la belleza de Phu Quoc. Más de la mitad de sus creaciones artísticas fueron interpretadas y aplaudidas por los integrantes de la tertulia.

 Gracias a las sociedades de don ca tai tu como las de Giang, Thanh u otras en Phu Quoc, la trova improvisada de Cochinchina se disemina cada día más en el pueblo. Partiendo de ello, el patrimonio cultural intangible representativo de la humanidad continuará preservándose, desarrollándose y manteniendo sus valores preciados en la vida cultural y espiritual de los pobladores de Cochinchina en particular, el pueblo vietnamita y la humanidad en general.  

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