Thai Binh, una tierra rural y tranquila

(VOVworld) – La provincia de Thai Binh es más bien conocida por sus extensos arrozales, alimentados por los aluviones de los ríos Hong (Rojo), Hoa y Luoc. Por eso no es de extrañar que se le denomine el granero de la llanura del norte de Vietnam. Sus playas, aunque son menos turísticas que las de Nha Trang y Da Nang en el centro, ofrecen otras joyas, que son sus abundantes recursos marinos. Cuna del “chèo” (teatro popular) y de una cocina auténtica, Thai Binh es también la tierra que posee templos y pagodas entre los más antiguos del país.

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Thai Binh es considerada como el granero de la llanura del norte de Vietnam

Desde Hanoi, llegamos a la ciudad de Thai Binh después de dos horas en coche. Tal como indica su nombre, que en español significa “paz”, desde los paisajes campestres, las reliquias históricas hasta la gente de Thai Binh nos da una agradable sensación de serenidad. El Nguyen Van Nam, un lugareño dijo al respecto: “No busquen en Thai Binh balnearios de lujo, restaurantes u hoteles de cinco estrellas. Aquí solo encontrarán campos de arroz verde y posadas en ambos lados de la carretera. Si quieren descubrir la vida de sus habitantes, algunos están incluso dispuestos a acogerles en su casa. La tranquilidad es un rasgo muy singular de mi localidad. Los visitantes al estar en Thai Binh ya pueden olvidarse de su rutina diaria así como la vida vertiginosa de las grandes ciudades”.

En el distrito de Dong Hung, a unos diez kilómetros de la capital provincial, se hallan los pueblos de Khuoc, Dong Cac y Nguyen, famosos centros de cultura tradicional de la provincia que se distancian uno del otro por un radio de menos de cinco kilómetros.

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Una vista de la pagoda Keo, en Thai Binh

La aldea Dong, de la comuna de Dong Cac, en el distrito de Dong Hung es donde uno puede asistir a la fabricación de auténticas marionetas de agua. Estos objetos de madera son tallados por los campesinos artesanos, siguiendo unas técnicas heredadas por sus antepasados. No solo crean las estatuillas, los agricultores locales pueden manejarlas con toda habilidad en un repertorio pletórico del aliento de la vida en armonía con melodías alegres del “chèo”.

Si son aficionados al teatro popular, los turistas no pueden dejar de pasar por el poblado de Khuoc, de la comuna de Phong Chau. Apreciarán aquí las interpretaciones más naturales y auténticas del “cheo”, ofrecidas por los artistas campesinos locales. Bui Van Ro, un habitante de Khuoc dio a conocer: “Thai Binh y Ninh Binh son las dos grandes cunas del “chèo” de Vietnam. Pero el que logró preservar este arte popular es nuestro ancestro, por lo que sólo los pobladores de la aldea Khuoc pueden cantar de memoria los 28 aires más típicos. No es en absoluto un medio de ganar la vida para nosotros, pero sí un compromiso con nuestros antepasados de conservar el “chèo” y sus valores”.

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Los puestos de vigilancia de almejas crean un encanto especial para el mar de Thai Binh

Ahora dejamos los sitios culturales para dirigirnos al mar. En el pasado, la playa Dong Chau, en el distrito de Tien Hai, era la única explotada en la provincia. Pero ya se conocen otras playas que cobijan dos parques ecoturísticos de grandes atracciones, Con Vanh y Con Den, ubicados a 40 kilómetros del centro de la capital provincial. Vu Dang Thien Ly, un guía turístico originario de Thai Binh que trabaja en Con Den destacó: “Ciertamente, no disponemos de las aguas más claras o arenas más finas de Vietnam. Sin embargo, nuestro complejo es muy romántico y tranquilo y les dará el gusto de poder contemplar con calma el amanecer o el atardecer en el mar”.

En realidad, los inmensos campos de arroz, el lento ritmo de vida y el folclor son las mayores atracciones de Thai Binh. Pero la ingenuidad y sencillez de esta tierra y su gente  también son parte de su encanto especial.

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