Impera el amor en Centro de acogida de estudiantes con discapacidad visual

(VOVworld) – Consciente del dolor de los invidentes, en 1999, Nguyen Quoc Phong, decidió crear el centro Thien An en el distrito de Tan Phu, Ciudad Ho Chi Minh. Durante años, este lugar ha acogido a numerosas personas con discapacidad visual.

         En 1991, Nguyen Quoc Phong sufrió un accidente inesperado, que le afectó su capacidad visual. Tener treinta años de edad y ser repentinamente invidente, hizo que este hombre sintiera que se le cerraban todas las puertas. Sin embargo, no se dio por vencido, comenzó a estudiar el método el Braille de modo autodidacta. Gracias a sus esfuerzos de superación, consiguió una beca para estudiar en Francia. En 1998, regresó a Vietnam después de dominar la técnica de impresión de libros y elaborar bastones para los ciegos, fundó el centro Thien An donde ha albergado a numerosos niños sin hogar y con discapacidad visual.

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El profesor invidente Nguyen Quoc Phong, fundador del Centro de acogida de Thien An

         Al principio, el establecimiento sólo tenía capacidad para algunos niños debido a la falta de recursos financieros. Hasta la fecha, el señor Nguyen Quoc Phong ha recibido a 30 personas de diferentes localidades, entre ellas, Nguyen Minh Hai quien hace 5 años se desmoronaba ante las circunstancias, pero después de escuchar el ejemplo del profesor Phong en la superación de los desafíos, asimilar sus consejos y  el de los compañeros, Hai ha vencido las dificultades de la vida. Ahora, el adolescente está a punto de terminar la escuela secundaria y domina las técnicas fundamentales de la tecnología informática, masaje e imprenta de libros para los invidentes. Hai reveló: “Durante años en este refugio, he recibido la educación del profesor, a quien considero como mi padre. A veces él bromea para aliviar mi estrés después de cada clase. El maestro Phong ha cambiado mi concepción de la vida”.

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El profesor Nguyen Quoc Phong con una alumna en la clase de música

         Similar a Hai, en los últimos  años, el centro Thien An se ha convertido en un hogar para Vong Minh Nhi. Aunque le llevó tiempo superar el complejo, y acostumbrarse a un nuevo entorno, siente la cordialidad y la simpatía de los compañeros en la misma situación. Vong Minh Nhi compartió: “Aquí tengo mucha alegría. Recibo la educación y protección por parte de los profesores y el afecto de los compañeros en la misma situación. Además de adquirir conocimientos, puedo estudiar muchas asignaturas, informática, inglés, música y técnicas de recuperación funcional, tales como destrezas básicas para la vida”.

         Para mantener las actividades del centro Thien An, además de elaborar libros en braille y bastones para las personas con deficiencia visual, el profesor Nguyen Quoc Phong moviliza capital para poner en práctica otros proyectos humanitarios. Siempre alienta a los niños invidentes a perseverar en la superación de las dificultades de la vida. El Señor Phong enseña a sus alumnos: “Nunca dejar que la discapacidad visual nos quite la oportunidad de vivir en equidad y lograr éxito en el trabajo. Nunca digas nunca, hay que decir cómo hacerlo. No hay que dejar que las dificultades nos detengan”.

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El Centro Thien An ampara bajo su techo a decenas de niños y adolescentes con discapacidad visual, quienes lo consideran un verdadero hogar

         Con el respeto al corazón del profesor Nguyen Quoc Phong, numerosos jóvenes exitosos gracias al hogar Thien An, después de cumplir sus estudios universitarios, han regresado para ayudar a los niños invidentes de generaciones posteriores. Al licenciarse como bachiller de Filología de la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades de Ciudad Ho Chi Minh, Nguyen Thi Kieu Oanh retornó a su antiguo refugio Thien An para impartir clases de la lengua inglesa a los alumnos de la escuela primaria. Al hablar de la decisión de quedarse en este centro, Nguyen Thi Kieu Oanh dijo: “Primero, este es mi trabajo favorito. Segundo este es el lugar en el cual viví con los profesores y compañeros de mi misma situación, todos me ayudaron a superar los retos y cosechar los logros obtenidos de hoy en día. Quiero regresar a este hogar, por un lado para transmitir mis conocimientos adquiridos a los niños y por otro lado, para cumplir las tareas que han asumido los profesores hasta la fecha”.

         El profesor Nguyen Quoc Phong nunca deja de pensar en cómo ayudar a los invidentes a mejorar la vida y tener seguridad en la reincorporación social. Lo que más espera el jefe del centro Thien An es que cuando los estudiantes de este techo común hayan logrado reintegrarse en la sociedad, cada uno enseñe a otras personas, cómo superar las dificultades de la vida.

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