(VOVworld) - Según la concepción tradicional de los Muong (una etnia en Vietnam), el Tet  no empieza el 23 de diciembre lunar, día en que se organiza el acto de culto en honor de Dios de la cocina como las demás nacionalidades del país. Su año nuevo se inicia realmente desde el 27 de diciembre. Este día se escuchan algarabías en las aldeas Muong en la provincia de Hoa Binh.

Hoy en el poblado Ai, Hoa Binh, donde viven los Muong Bi, reinan las risas en todas las casas. El 27de diciembre los lugareños cesan sus trabajos en el campo para preparar la mayor fiesta del año.

Estos étnicos consideran mucho al espacio para rendir culto a sus antepasados, por ello, generalmente el altar está instalado en el centro de la casa y es el lugar más sagrado y solemne para efectuar ceremonias y acoger a los huéspedes. En los días festivos, el altar es adornado por los hombres. Bui Van Khan, patriarca del villorrio Ai colocó cuidadosamente ofrendas en sus posiciones y dijo: “Estas ofrendas deben ser puestas por los hombres de la casa. Si ellos están ausentes, las mujeres los sustituirán. En el altar hay un candil, inciensos, palitos, escudillas, betel, areca y frutas.”

 Sus tres hijos que trabajan lejos han regresado a la casa. Sus yernos y nueras también participan entusiastamente en la preparación de la comida consagrada a los antecesores y limpian la vivienda. La cocción de manjares fue encomendada a las mujeres. La esposa de Khan estaba preparando junto con sus hijas y nueras alimentos para brindar a los ancestros. Esta es una ocasión para que les enseñe costumbres familiares y hábitos tradicionales del pueblo. “La preparación del Tet es muy ardua como arreglar y limpiar la casa, y lavar hojas para hacer tortas. Este año, con la ayuda de mis nueras el trabajo fue menos duro. Enseñé a mis hijos la preparación de “banh troi” (tortilla flotante hecha de harina de arroz glutinoso cocida en agua hirviente) y otros alimentos, rajar leñas y arreglar la residencia.”

Mientras sus familiares preparaban la bandeja de alimentos para ofrendar a los antecesores, Khan fue al huerto y cortó el ramo de melocotón más bonito para colocarlo al lado del altar. También escogió todas las demás flores que están puestas. Reveló que los Muong eligen las flores rojas para el Tet, porque este color les traerá  buena suerte. La bandeja de manjares en honor de sus ancestros también fue adornada acorde con los hábitos tradicionales. Khan continuó: “Los platos se colocan  sobre una hoja verde de plátano cortada de su copa. En tiempos remotos, debido a la falta de utensilios, los antepasados colocaban las comidas sobre estas hojas. Hasta ahora esta práctica todavía se mantiene y solo la sopa se echa en la escudilla.”

 Hoy cada familia Muong Bi en la aldea Ai sacrifica un cerdo para ofrecer a los antecesores e invitar a sus hermanos y amigos a compartir la fiesta tradicional. Ellos piensan que los muertos comen como los vivos por ello, la bandeja de ofertas tiene todos los alimentos necesarios. Bui Van Dung, jefe del poblado, informó: “Gracias a la condición económica próspera, los aldeanos celebran un Tet abundante. Todos los hogares sacrifican cerdos, aves, compran pescados y preparan de 4 a 5 bandejas de comidas cada uno.”

 Junto con la preparación de aguardiente, carne y torta, cada familia levantó un bambú del Tet muy recto y alto frente a su casa. Khan explicó: “El 27 de diciembre se hace el árbol del Tet y se teje una cesta parecida a un plato para colgar en la puerta de la casa. Esto significa que sin invitación los fantasmas no podrán entrar en la residencia. Después de celebrar la fiesta tradicional, no se retirarán los adornos colgados en el árbol del Tet y se dejará que caigan al suelo.”

 Aunque ahora la vida económica de los lugareños ha cambiado, los hábitos  festivos siguen manteniéndose. Junto con la visita y felicitación a los aldeanos, la administración local organiza actividades recreativas comunitarias para los compatriotas al inicio de la primavera.

Las flores de melocotón ya se abren en las montañas y bosques del villorrio Ai y los Muong Bi reciben un año nuevo con el deseo de abundante cosecha y prosperidad.