(VOVworld)-Los amantes de las Bellas Artes al retratar Hanoi con sus pinceladas no lo hacen solamente con el sentimiento común, ya que la capital es una fuente de infinita inspiración. Muchos pintores talentosos han plasmado una mirada panorámica hasta detallista sobre esta metrópoli a lo largo de su historia hasta la actualidad, y lo veremos a través del reportaje “Pinturas de las calles de Hanoi”.

Una pintura al óleo del pintor Bui Xuan Phai sobre Hanoi de los años 1985

Tal vez el mejor artista que consiguió resaltar el espíritu de Hanoi de los años 50, 60 y 70 del siglo pasado es el gran difunto pintor, Bui Xuan Phai. En su época, escribió: “Hanoi desprende muchas bellezas escondidas, y cada una de ellas de por sí se graba en el corazón de todo el mundo. Por ejemplo, el casco antiguo y sus casas bien conservadas salen preciosos en la pintura. El ritmo del barrio no es tan monótono como el de los bloques de viviendas o edificios modernos, sino muy vital, con casas pequeñas o grandes, o unos tejados salientes por aquí o cóncavos por allá”. Gracias a su sensible percepción sobre los diferentes tonos del paso del tiempo por el que transcurren esas calles y su magnífica imaginación, el pintor Bui Xuan Phai logró crear sorprendentes hermosuras, reflejadas entre la imagen de algunos artistas de “cheo”, (teatro popular) la naturaleza muerta, y sobre todo el barrio antiguo de Hanoi. Para el público, está predeterminado que él es el pintor de las 36 calles antiguas. En las épocas duras del país en general, Bui Xuan Phai pintaba en cualquier material que encontraba, desde papel de periódico o cajas de cigarrillos, y el legado que dejó son los cuadros sobre las calles y aquellos instantes que las hacen únicas y eternas. El pintor Bui Thanh Phuong, hijo de Bui Xuan Phai, dice: “Estas pinturas hablan exclusivamente de las calles en su época, representadas en la vestimenta de la gente que caminaba, característica que permite a especialistas afirmar en qué año fueron elaboradas. Por ejemplo: la postura de unos señores vestidos de “ao dai” (túnica tradicional), que llevaban un paraguas nos lleva a los años 60. Hay pinturas sobre calles que solo la generación nuestra conoce por ciertos rasgos, como cuando mi padre describía los huecos negros en las aceras, que eran túneles en los que se escondían de las bombas del enemigo.

Por otro lado, la antigüedad de la capital en los ojos de los artistas contemporáneos es un tanto diferente. Hanoi está reflejada en las pinturas de Nguyen Truong, o su apodo Etcetera Nguyen, quién vive fuera del país, como un borrador rápidamente elaborado en un cuaderno pero contiene toda su viveza. Algunos opinan que las obras de Nguyen Truong comparten ciertas tendencias de las de Bui Xuan Phai, no obstante, además consiguen captar espectros de la vida moderna y tan verosímil que el espectador se siente cercano. La mirada de un ciudadano residente lejos de su tierra natal abarca cada esquina callejera, detenidamente en los postes de electricidad, carteles, motocicletas o aquellos vendedores ambulantes, mediante colores vivos, como si él mismo extendiese sus brazos para abrazar todo el país. Además, su trabajo como periodista le proporciona materiales de la realidad, no de imaginación o nostalgia sobre el Hanoi del pasado: “Me gusta pintar Hanoi con todos sus detalles posibles. He leído mucho sobre Bui Xuan Phai y he visto sus cuadros, pero procuro permanecer lejos para observar Hanoi como un ajeno, al que le sale naturalmente el deseo de conocer en profundidad su arraigada cultura milenaria.”

Una Hanoi tranquila en obras de Bui Xuan Phai

Asimismo el público puede contemplar una Hanoi tan real gracias a las pinturas y sentimientos de los artistas actuales al tratar de temas contemporáneos. El pintor Nguyen Ngoc Dan, autor de tres exhibiciones “Cruzar las calles” (2007), “Calles” (2012) y “Callejones” (2013), transmitió la inquietud del ciudadano cuando éste camina por las calles, levanta la mirada hacia lo alto y encuentra una tremenda red de cables de electricidad, semáforos de tráfico o altavoces del barrio, entre otras características peculiares de la capital. Así es una Hanoi tan singular, áspera a veces, pero a la vez no menos romántica, en medio del creciente urbanismo: “Hanoi es una ciudad milenaria con toda su historia, o según las palabras de los investigadores, lugar de reunión entre el pasado y el futuro. Personalmente guardo muchos recuerdos de Hanoi. Mi impresión más marcada sobre esta urbe es la variedad en la cultura y en el carácter de la gente. Desde mi punto de vista, la imagen de los cables de electricidad reflejan la atmosfera de la respiración de la época, los que aquí o allá quizá nos estén intentando transmitir la preocupación por conseguir una mejor planificación y mayor atención en vía hacia el desarrollo.”

Partiendo de su profunda belleza en el paisaje y la gente, para los pintores la capital es la cuna de sentimientos, a la que dedican mucho amor y lo transmiten a cada ciudadano vietnamita residente en el país o fuera de él. Mediante la conservación de los rasgos antiguos y la modernización de Hanoi, gracias a la imaginación y la creatividad en cada obra artística, el lenguaje visual es imprescindible para que cada uno reflexione sobre los cambios de Hanoi desde los tiempos pasados hasta la actualidad.