Aumentan las tensiones entre Occidente y China

(VOVWORLD) - En los últimos días, las relaciones entre Occidente, en particular Estados Unidos y la Unión Europea (UE), y China se han vuelto muy tensas. Las partes han tomado una serie de duras medidas entre sí, dejando que sus vínculos se agraven al nivel más bajo en décadas.
Aumentan las tensiones entre Occidente y China - ảnh 1Un centro de formación profesional construido por el gobierno chino en la zona autónoma de Xinjiang. (Foto: AFP)

De hecho, la escalada de tensiones en los vínculos entre Occidente y China es una predicción hecha previamente por analistas, en particular después de que Joe Biden asumiera la presidencia de Estados Unidos. Con el tiempo, ese pronóstico se fue haciendo realidad, ya que el inquilino de la Casa Blanca repetidamente dirigió duras declaraciones al gigante asiático, al tiempo que intentaba unir esfuerzos de los aliados europeos para hacer frente a Beijing.

Como resultado, ambas partes se ven atrapadas en una espiral de confrontación sin precedentes con una serie de medidas de represalia entre sí.  

Castigos respectivos

El 22 de marzo, la UE y el Reino Unido anunciaron sanciones contra personas y organizaciones de China, por denuncias de violaciones de los derechos humanos en la región autónoma de Xinjiang. En consecuencia, el bloque comunitario impuso la prohibición de viaje y la congelación de los activos en el extranjero a cuatro funcionarios chinos que ocupan puestos de liderazgo y una empresa de construcción en esa zona.

Esta es la primera vez desde 1989 que Europa sanciona al gigante asiático por acusaciones de violaciones de derechos humanos. Apenas unas horas después de la decisión de Bruselas, el canciller británico, Dominic Raab, informó que su país también aplicará medidas similares contra Beijing.

A su vez, China respondió de inmediato con el anuncio del castigo de 10 personas y 4 organizaciones de la UE, incluidos varios diputados del Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Europeo y el Comité Político y de Seguridad del Consejo Europeo, el Instituto Mercator de Estudios de China (MERICS) con sede en Berlín y la organización no gubernamental danesa Unión Democrática. Los analistas evaluaron que las medidas punitivas de Beijing son más drásticas que las de la UE.

Con anterioridad, China también criticó duramente las penalizaciones anunciadas el 17 de marzo por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dirigidas a una serie de funcionarios chinos en la región administrativa especial de Hong Kong y declaró imponer las represalias correspondientes.

Este paso, junto con los resultados “modestos” en la sesión de diálogo de alto nivel entre Estados Unidos y China en el estado norteamericano de Alaska en los días 18 y 19 de marzo, continúa empujando las relaciones bilaterales a una profunda crisis.

Mensajes y prospectos

Según analistas, la imposición mutua de sanciones refleja que el desacuerdo entre Occidente y China es muy profundo y difícil de conciliar. Además, indicaron que la inesperada respuesta de Beijing a las medidas punitivas de la UE y los recientes movimientos de Washington, especialmente en el diálogo de alto nivel en Alaska, transmite un mensaje claro de que China no se rendirá, sino que, por el contrario, responderá de manera adecuada, incluso “desproporcionada”, a cada acción de Estados Unidos y Europa.

Expertos comentaron que esta decisión de Beijing obliga a Washington a revisar su estrategia sobre China, pero consideraron “improbable” la posibilidad de cambiar la actitud o dar concesiones por parte de Estados Unidos. La razón radica en el problema de “salvar la cara” con respecto a los innumerables asuntos internos y externos.  Por lo tanto, la gran posibilidad es que Estados Unidos y la UE sigan aplicando medidas duras contra China y, por supuesto, Beijing responda a ellas, incluso con más ferocidad.

Evidentemente, este hecho hace que las perspectivas de mejorar las relaciones entre Occidente y China a corto plazo sean inciertas y poco realistas. Eso significa que la guerra comercial, más bien la competencia estratégicay la confrontación integral entre las dos potencias mundiales, no podrá “enfriarse” en el futuro cercano. Al mismo tiempo, el Acuerdo Integral de Inversión entre la UE y China alcanzado a finales de 2020, el cual se considera un gran resultado de la cooperación entre ambas partes, corre el riesgo de no ser aprobado por el Parlamento Europeo.


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