La amnistía anticipada refleja más claramente la prioridad del Partido y el Estado de Vietnam en garantizar y promover los derechos humanos. Esta política humanitaria es el mayor estímulo para los reos, si se reforman adecuadamente y en realidad aspiran a rectificar.

El vice primer ministro Pham Binh Minh interviene en una reunión del Consejo Asesor de Amnistía de Vietnam. (Foto: VOV)

Garantizar la rigurosidad de la ley

A lo largo de los años, el Estado vietnamita ha implementado numerosas rondas de liberación anticipada para prisioneros que cumplen condenas de prisión y las personas cuyas sentencias han sido pospuestas o suspendidas temporalmente de conformidad con las disposiciones de la ley.

En 2022, en su novena aplicación de esta política humanitaria, tras la emisión de la Decisión del Presidente a tenor del tema, las agencias competentes y el Consejo Asesor de Amnistía realizan de inmediato los procedimientos requeridos. Tres mil solicitudes fueron revisadas de manera cuidadosa y según principios de equidad, democracia y transparencia antes de ser presentadas al Jefe de Estado para su consideración y decisión.

El viceministro de Seguridad Pública Nguyen Van Long dijo que con esta labor, miles de personas disfrutarán de la libertad y pronto regresarán a casa para reunirse con sus familiares, listas para recibir una segunda oportunidad de reconstruir sus vidas.

No obstante, afirmó, la consideración cuidadosa de cada solicitud tiene como objetivo asegurar que se conceda el indulto a los merecidos sujetos. Agregó: “En 2021 indultamos a más de 3.000 reos, pero solo 2 casos son reincidentes, el resto actualmente se encuentran reintegrados activamente a la comunidad. Este año, el Presidente permitió implementar la amnistía para que más prisioneros bien reformados gocen de esta política de clemencia del Partido y el Estado”.

Equidad para prisioneros nacionales o extranjeros

En particular, la Ley de Amnistía de Vietnam no solo se aplica para los internos nacionales, sino también extranjeros, lo cual constituye una prueba contundente para refutar las acusaciones falsas de individuos y organizaciones malintencionados que buscan distorsionar deliberadamente la situación de los derechos humanos en Vietnam. Chimechidike Ben es un ciudadano nigeriano que fue condenado a 30 años de prisión por el tráfico ilegal de drogas. El recluso es elegible para gozar de la amnistía después de casi 13 años cumplidos su pena. Él nos compartió: “Cuando recibí mi sentencia, solo quería morir rápidamente, porque veía un futuro oscuro por delante. Sin embargo, cuando llegué a la prisión en Tam Dao, de la provincia de Vinh Phuc, con la ayuda entusiasta de los guardas de prisión recuperé la compostura. En ese momento no entendía la ley de Vietnam, por lo que no sabía que transportar drogas me hizo merecer una sentencia tan elevada como ésta. Si lo hubiera sabido, no lo habría hecho. Después de cumplir mi sentencia de prisión, prometo convertirme en voluntario para hacer propaganda sobre la prevención de drogas”.

Actualmente, alrededor de 750 presos foráneos están en las cárceles vietnamitas. Luego de revisar los registros, las autoridades notificarán el número de presos de nacionalidad extranjera elegibles para gozar de la política humanitaria mencionada en esta ocasión. En una reunión para verificar la lista de los registrados para la amnistía en 2022, el viceprimer ministro y también presidente del Consejo Asesor de Amnistía de Vietnam, Pham Binh Minh, dijo:“La consideración de la amnistía para los internos se basa en la equidad y la transparencia. Las agencias competentes revisan cuidadosamente cada solicitud, para presentar la lista de los presos que cumplen con los criterios al Presidente”.

Desde que comenzó a aplicarse la Ley de Amnistía de 2009 y tras ocho fases de indulto en ocasión de las grandes efemérides del país, Vietnam ha liberado con anticipación a casi 90 mil reos. A pesar del gran número de personas indultadas en los últimos años, la situación de seguridad política y orden social siguen garantizadas. La mayoría de las personas que se beneficiaron de la legislación han regresado a sus lugares de origen y estabilizado su vida con trabajos decentes. La tasa de reincidencia ha sido bastante baja.