La votación realizada por el Parlamento de Cataluña el último 27 de octubre para declarar la Independencia de la comunidad supone una provocación para el Gobierno central de España. Después de retomar el control de la Administración catalana, el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy afirmó que su país está viviendo días muy tristes. De esta manera, destacó la necesidad de escuchar a los habitantes locales para que puedan decidir su propio futuro y que nadie les incite a realizar actividades ilegales.

Efectos negativos del independentismo catalán

La acción de Cataluña no representa el pensamiento de la mayoría de los catalanes. Dos días antes de la declaración de independencia de esta zona rica con una población de 7 millones 5 mil personas, más de un millón de ellas participaron en una marcha para apoyar la unidad nacional. Una ola de manifestantes llenó los sitios cercanos a la plaza de Cataluña y el céntrico Paseo de Gracia enarbolando la bandera nacional. Los medios de comunicación del país ibérico reconocieron que nunca desde el campeonato de la selección nacional en Copa Mundial de Fútbol de 2010 se habían sacado a la calle tal número de banderas españolas. Los participantes entonaban la canción: “Que viva España” para enviar un único mensaje: “No nos engañen, Cataluña es España”. Entre los carteles presentes en la concentración, resalta uno que decía "El 38% no es Cataluña que acentúa el número de votantes a favor de la separación de esta comunidad del resto del país. Mientras en la capital, decenas de miles de madrileños se congregaron en la plaza de Colón para mostrar su respaldo a la unidad y la constitucionalidad del país.

Manifestantes a favor de la unidad española el 29/10/2017 (Foto: Reuters)

Entre tanto, miles de independentistas se concentraban en la plaza de Sant Jaume en Barcelona para mostrar su desacuerdo con el Gobierno central. La organización consultora de riesgos políticos Teneo Intelligence, con sede en Londres evaluó que las tensiones tenderán a aumentar en los próximos días. Los manifestantes podrían obstaculizar a las fuerzas de seguridad en el cese de los ministros catalanes de sus cargos.

En el sector económico, la declaración de independencia proclamada por el Parlament de Cataluña tendrá implicaciones negativas para el desarrollo regional. Después del Referéndum del 1 de octubre que obtuvo el sí al plan secesionista, cerca de mil 700 compañías han decidido trasladarse fuera de esta comunidad. La agencia de calificación crediticia Fitch ha incorporado un "ajuste cualitativo a la baja" sobre el 'rating' soberano de España para evidenciar la incertidumbre y los riesgos políticos que supone este conflicto. Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell confirmó una situación cada vez más agravada en perjuicio del desarrollo socioeconómico de Cataluña.

En el ámbito internacional, hasta la fecha ningún país ha reconocido la independencia catalana. Francia, Alemania, Estados Unidos y México refutaron la soberanía de Cataluña y apoyaron los esfuerzos de Mariano Rajoy en su defensa a la unidad de España. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk afirmó que la independencia de dicha comunidad no cambiaría nada porque la Unión Europea trabaja únicamente con el Gobierno central del país ibérico.

Preparación para elecciones anticipadas

Las elecciones anticipadas son consideradas la mejor solución en la actualidad. El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis opinó que el resultado final de estos comicios locales reafirmará la voluntad de Cataluña de permanecer como parte del territorio nacional. Después de la votación, dicha comunidad volverá a su status quo, abierta y unida, según dijo el diplomático. Además, el Gobierno central da la bienvenida a la participación del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont a las elecciones convocadas en diciembre del presente año. Para ello, según el portavoz del Ejecutivo de Madrid, Íñigo Méndez de Vigo, el candidato Puigdemont debe realizar los preparativos electorales si insiste en continuar su carrera política. En respuesta, el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) afirmó que se presentará a los inminentes comicios. Sin embargo, las cifras de la encuesta de intención de voto publicadas el 29 de octubre revelaron que los partidarios al independentismo perderán su mayoría en el Parlamento de Cataluña puesto que lograrían sólo el 42,5% frente al 43% que conseguirían por los que están en contra.

La mayor crisis política de España durante las últimas décadas está en la etapa más crítica. Aunque la convocatoria de elecciones ayudará a recuperar la gestión centralizada y la constitucionalidad de España en Cataluña, la actual coyuntura provoca efectos muy negativos en el progreso de esta comunidad en particular y de todo el país en general.