(VOVworld) – El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, está efectuando una gira por dos países asiáticos, Japón y Corea del Sur. Según analistas, el primer periplo del jefe del Pentágono servirá para reafirmar las relaciones de defensa con estos dos aliados importantes y su compromiso sobre el “giro asiático” del gobierno de Barack Obama.

En el contexto de la emergencia del extremismo islámico en Iraq y Siria, la guerra civil en Yemen y la intervención de Rusia en el conflicto en el oriente de Ucrania, Estados Unidos está consciente de la importancia de reafirmar su posición en Asia- Pacífico. Esta visita de Carter a Japón y Corea del Sur no tiene otro objetivo que centrar su atención en Asia.

Carter siempre apoya el giro más fuerte de Estados Unidos al continente asiático y exalta la importancia de Asia para el futuro de su país, desde que asumía el cargo de subsecretario de Defensa de 2011 a 2013. Por lo tanto en su primer discurso previo a esta gira, el jefe del Pentágono indicó que los nuevos problemas mundiales surgidos en 2014 no podrían impedirle continuar promoviendo el “giro asiático” y que Asia- Pacífico será la región que definiría el futuro de Estados Unidos.

Robustecer y modernizar las alianzas

En Japón, uno de los temas principales de las liberaciones entre las dos partes son modificaciones en la guía de la cooperación militar, para potenciar el papel de las Fuerzas de Autodefensa de Japón en los problemas concernientes a la seguridad de Asia. La guía de defensa conjunta que fue enmendada por vez primera en 1997, permitirá la ampliación del ámbito de interacción entre Estados Unidos y Japón, en consonancia con los esfuerzos del primer ministro Shinzo Abe para reducir las limitaciones dictadas en la Constitución japonesa sobre las políticas militares nacionales. La nueva guía para la cooperación militar será presentada en el próximo encuentro entre el premier Shinzo Abe y el presidente Barack Obama, previsto a celebrarse en Washington a fines de este mes.

Mientras tanto, en Seúl, las altas autoridades del gobierno surcoreano recibirán la ratificación del compromiso de Estados Unidos para mantener su seguridad. Además las dos partes debatirán la forma para resolver el problema de Corea del Norte, y al mismo tiempo saludarán al Mando del Pacífico en Hawai. La Conferencia de Seguridad Shang-ri La, en la que está prevista la asistencia de Carter en mayo venidero en Singapur, también representará una buena oportunidad para una mayor conexión de Washington con este aliado y con sus otros asociados en Asia- Pacífico.

Para un equilibrio estratégico de Estados Unidos

Los yihadistas del autodeclarado Estado Islámico están arrasando Iraq y Siria. Yemen se encuentra cayendo en el torbellino de la guerra interna. El programa nuclear de Irán crea contradicciones entre Estados Unidos e Israel. La situación en Ucrania hace que Washington y Moscú se alejen cada vez más el uno del otro. Ante la escalada de las crisis en Oriente Medio, África y Europa, la Casa Blanca se ve obligada a revisar su estrategia de seguridad.

Mientras que sus tropas se fueron retirando de Iraq desde 2011 y el repliegue militar en Afganistán finalizará en el presente año, Estados Unidos busca mover sus fuerzas militares a Asia- Pacífico. En realidad Estados Unidos tiene sus propias dificultades, por duros cálculos del presupuesto para la defensa y por el rápido aumento de la violencia en Oriente Medio y el Norte de África, lo cual ralentiza sus acciones sobre los temas asiáticos. Sin embargo, las crecientes preocupaciones ante China y los desafíos de seguridad en la región le incitan a actuar. El secretario norteamericano de Defensa no oculta su ambición sobre el proceso de introducir el 60% de sus flotas en Asia- Pacífico, dentro de 5 a 10 años. Del mismo modo, la Armada norteamericana se desplegará desde Filipinas hasta Australia, Corea del Sur, Japón e incluso en India. Pero para hacer realidad este plan ambicioso, Estados Unidos debe encontrar una llave que le ayudará a abrir todas las puertas en obstáculo. Primeramente, debe consolidar las viejas alianzas en la zona. Uno de los primeros pasos importantes consiste en invertir en la producción de las armas más modernas que incluyen aviones invisibles, bombarderos de largo alcance y otras municiones, para garantizar la seguridad de la región. Por otra parte, la proyectada aprobación del Acuerdo de Libre Comercio Transpacífico (TPP), también es considerada trascendental para mantener la influencia de Estados Unidos y la estabilidad de Asia- Pacífico.

Con su viaje a dos países aliados importantes en Asia, se puede afirmar que la administración de Obama está iniciando una etapa nueva en la estrategia de reequilibrio hacia el continente asiático. El cambio de la dirección en la cooperación militar entre Estados Unidos y sus aliados, paralelamente con la promoción de la conexión comercial permitirá a la primera potencia mundial estrechar los lazos con la región que según vaticinan puede cambiar la situación de seguridad del mundo en el futuro.