(VOVworld) – La reeducación de los presos es una actividad específica que ayuda a los condenados a mejorar su conciencia, comportamiento y acción hacia el bien, en pro de su reinserción social. En Vietnam se enaltece la clemencia y el humanismo, lo que se refleja en las políticas, leyes y la práctica de este sector, para garantizar los derechos humanos de esos sujetos.

El programa político del Partido Comunista de Vietnam establece que el ser humano es el centro de la estrategia de desarrollo y a la vez el sujeto del mismo. En este sentido, enfatiza en el respeto y la protección de los derechos humanos, vinculándolos con los intereses, el bienestar de la nación y el derecho soberano de los ciudadanos.

Un curso destinado a los presos para facilitar su reinserción social

Cumpliendo los programas y documentos del Partido, hasta el momento, el Estado vietnamita ha incorporado y firmado casi todas las convenciones internacionales fundamentales relativas a los derechos del hombre. Esto sienta las bases para que este país indochino despliegue el humanismo en la rehabilitación y amnistía de presos así como en el apoyo a su reinserción social.

Grandes inversiones en la reeducación de presos

Desde 1957, Vietnam ha tomado parte en cuatro convenios (de Ginebra) que regulan el derecho internacional humanitario, cuyo propósito es proteger a las víctimas de los conflictos armados y tratar con clemencia a los prisioneros de guerra.

Antes de convertirse en miembro de las Naciones Unidas, y en pleno bloqueo y embargo de Estados Unidos, en 1981 Vietnam se incorporó a la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial e igualmente, firmó otra norma similar sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Un año después rubricó dos convenios internacionales relativos a los derechos económico, cultural-social y a los derechos civiles-políticos. Y en 1990, selló su compromiso con los derechos infantiles al firmar la regulación internacional al respecto.

Un taller de sastrería para mujeres privadas de libertad en una prisión

En 2014, Vietnam ratificó la Convención Internacional contra la Tortura y otros Tratos o Penas crueles, inhumanas o degradantes.

Para una mejor aplicación de estos convenios internacionales, Hanoi los ha adaptado al sistema de leyes nacional mediante una serie de regulaciones, también a fin de cumplir el Capítulo II de la Constitución Nacional de 2013. Promulgó los Decretos sobre los reglamentos de los centros penitenciarios y la modificación de algunos artículos del Estatuto de detención temporal de 1988. Estos textos aseguran la jurisdicción para con los que están cumpliendo la condena.

En cuanto a la gestión de estas personas, el Decreto de enmienda del Estatuto del gobierno acerca de la detención temporal de 1988, establece que las prisiones dividan a los reos según su categoría. Las mujeres y los menores deben estar en lugares separados. De la misma manera, hay que proteger estrictamente las cárceles, dotarlas de luz suficiente, así como condiciones de higiene y ambiente. La norma también estipula que los privados de libertad tienen derecho a las actividades deportivas, culturales y artísticas, e igualmente acceso a libros, escuchar la radio la Voz de Vietnam y ver la televisión. Además, les proporciona consultas médicas al menos una vez al año.

Asistencia a la reintegración de los presos a la comunidad

Paralelamente con los esfuerzos por facilitar el ejercicio de los derechos de los reos en el estudio y en la vida cotidiana en los presidios, la ley de Vietnam y otras políticas nacionales insisten en brindar asistencia a los condenados para que puedan reintegrarse a la comunidad a través de actividades laborales. Según el mismo Decreto de enmienda del Estatuto del gobierno acerca de la detención temporal de 1988, los presos tienen ocho horas laborales, las mujeres embarazadas gozarán de períodos  de descanso antes y después del parto tal como sus semejantes en la sociedad.

Una policía vigila y enseña a reos en un taller vocacional

También regula que los frutos de las jornadas laborales de los reos serán reinvertidos en la ampliación productiva y en el mejoramiento de las bases materiales de los penales, y se gratifica a quienes superan su cuota de producción.

Por otra parte, los que son conocidos con los mejores resultados en su proceso de rehabilitación, serán indultados en ocasiones especiales, como el Año Nuevo lunar y el Día de la Independencia, cada 2 de septiembre, según la Ley de Amnistía. Esta política se lleva a cabo públicamente, con democracia y transparencia, ya que los mismos privados de libertad elegirán entre ellos los más merecidos.

De hecho, en la etapa de 2009 a 2015, Vietnam realizó cinco fases de amnistía, liberando con anticipación a unos 63 mil 500 reos.

En los últimos años, el Estado vietnamita ha aplicado numerosas políticas a favor de los condenados, que incluyen la enseñanza de oficios. La mayoría de los amnistiados en 2015 dominaban alguna profesión sencilla para reinsertarse en la comunidad con mucha confianza en sí mismos.

Todas las leyes y políticas puestas en práctica en Vietnam dirigidas a los presos, muestran de modo vivaz la indulgencia del sistema nacional de centros penitenciarios y el humanismo tradicional de esta nación asiática. Garantizar un entorno educacional sano, seguro y amistoso para los reos, así como apoyar al máximo su reintegración social, son los logros más relevantes del país en aras del cumplimiento de los derechos humanos.