(VOVworld) - “En medio de la isla/Adoro esta tierra lejana/Sabías que el mar se queda/conmigo para siempre”. Estos versos llenos de amor conforman un poema de Nguyễn Duy Chinh, teniente del ejército vietnamita, dedicado a su esposa Hoàng Thị Mai en el distrito de Thủy Nguyên, ciudad norteña de Hải Phòng. Parece que el cariño de este soldado hacia Trường Sa se alberga desde la retaguardia, su tierra natal donde vive su familia.

Cada vez que echa de menos a su marido, Hoàng Thị Mai y sus hijos ponen canciones sobre el tema de Trường Sa. Aunque ha escuchado cuantiosas veces la melodía “Muy cercana Trường Sa”, esta le recuerda a Mai a su esposo quien le ha cantado estas canciones y no se sabe desde cuando forman parte de su vida.“A mi marido le encanta cantar composiciones melódicas sobre Trường Sa, tales como: “Muy cercana Trường Sa” y “Marcha de Trường Sa”. Memorizó muchas canciones sobre este tema y me envió muchos discos para que mis hijos y yo las escuchemos”, compartió Mai.

La historia de amor de la profesora Hoàng Thị Mai y su esposo Nguyễn Duy Chinh, teniente de la marina vietnamita es muy romántica. Se conocieron y llevaron 4 años de noviazgo mediante el espacio "Carta de amistad" en el periódico Tiền Phong (Vanguardia). Apenas dos meses de su matrimonio, el marido marchó a la isla cumpliendo una orden del ejército. Después de dos años, este soldado vio por primera vez a su primer hijo en la foto que le envió su esposa. En tierra firme, Hàng Thị Mai se maneja para ganarse la vida y tranquilizar a su marido. La mayoría de los ingresos para alimentar la familia vienen del salario del soldado Duy Chinh. Además, Mai y sus hijos tienen que mudarse muchas veces debido al aumento creciente del alquiler. Sin embargo, a pesar de las dificultades, esta mujer nunca preocupa a su esposo.“Nadie comparte conmigo las dificultades en la atención de mis hijos. Cada vez que están enfermos o cambia el clima, me pongo también enferma. Mi marido me ama mucho pero no puede hacer más que confortarme por vía del teléfono. Por mi parte, estoy consciente de que debo alentar a mi esposo a cumplir bien sus tareas diciéndole que toda la familia se encuentra con buena salud”, expresó Mai.

Como su marido trabaja en la isla lejana, Mai acude a los artículos sobre el lugar y a las canciones sobre este puesto de avanzada de la patria. Sus imágenes se forman a través de libros, periódicos, películas y las palabras de Duy Chinh. Un día de julio de 2007, rebosó de alegría al tener la oportunidad de visitar a su esposo después de 2 años de separación.“Después de recibir la noticia con medio mes de antelación, todos los días estuve sobre ascuas y esperé con ansia llegar a Trường Sa. Porque esta fue la primera vez que pisé Trường Sa, me hallaba muy nerviosa”, compartió la mujer.

A mediados de 2012, visitó por segunda vez a su marido en la isla gracias a la ayuda de la marina vietnamita. Los cambios de Trường Sa en general y de la vida de su esposo en particular le trajeron la seguridad. Las estimulaciones y la confianza mutua en el amor son una buena palanca para consolidar la felicidad de esta familia. Aunque vive lejos, Duy Chinh comprende las dificultades que enfrenta su esposa. Sin embargo, como combatiente, la defensa nacional se pone en primera fila. Él dijo: “Siendo combatiente que asume los deberes lejos de casa, todas mis responsabilidades familiares cargan sobre mi esposa. Ella debe encargarse de tareas tanto de madre hacia los hijos como de padre. Durante años, he comprendido los grandes sacrificios de mi mujer. Con las estimulaciones y el apoyo de diferentes personas, mi familia ha superado los obstáculos. Esto crea en mí una confianza y una esperanza al vivir en la isla lejana. Por mi parte, me esfuerzo por cumplir bien las tareas, considerándolo como un regalo para la tierra firme, donde vive mi familia”.

Actualmente, han proliferado los teléfonos en la isla. Diariamente, Duy Chinh llama a su familia para hablar con su esposa Mai y escuchar las chácharas de su hijo Đạt de 6 años de edad y la hija Mai Linh, de 4 años. Este es el momento más feliz del soldado en la isla de Trường Sa.

Como regalo para su padre el niño Đạt cantó una canción: “Te extraño mucho porque vives lejos de nuestra casa en la isla donde el inmenso océano se agita con el roce de la brisa. Ojalá esté a mi lado. Allá está la tierra lejana, aquí está nuestra tierra natal llena de alegría. Eres mi padre”.

En el corazón del teniente de la marina Nguyễn Duy Chinh, ésta es una gran fuente de fuerza y estimulación para seguir empuñando su arma para defender la patria.