Los que no hayan visto a Phuong Anh pero hayan escuchado su canto, nunca piensan en ella como en una chica discapacitada. Tras romperse los huesos en más de 30 ocasiones, la chica no puede disfrutar de la vida como sus amigos y tiene que usar silla de ruedas. La música y el canto le traen una energía extraordinaria para mantener su optimismo en un futuro más brillante. Al cierre del concurso, en la mente de los espectadores se queda grabada la imagen de una muchacha pequeña y linda en una silla de ruedas, que se presentaba en un intercambio humanitario y enardeció el corazón de las personas discapacitadas. Esta simpatía hacia otros discapacitados inspira confianza en su vida. “Durante un año he tenido la oportunidad de participar en los programas humanitarios en beneficio de la comunidad y sobre todo de los jóvenes y discapacitados. He intercambiado y aprendido mucho de otros compañeros discapacitados”.

Phuong Anh compartió que tiene suerte porque estudia en una escuela normal con seguridad y ambiente tranquilos, donde le apoyan sus profesores y amigos. En la clase, sus compañeros le llaman amablemente: “muñeca”. Pham Thu Hien, una amiga de Phuong Anh nos dijo: “Phuong Anh estudia mucho inglés y por lo tanto muchas veces le pido ayuda. Es también la cantante de la clase. Nunca olvidamos su interpretación con la presencia del rector de nuestra escuela en la inauguración del año escolar. Toda la clase le tiene mucho cariño a esta chica”.