(VOVWORLD) - El canciller de Filipinas, Teodoro López Locsin se reunió el 8 de julio en Hanói con su homólogo de Vietnam, Pham Binh Minh, como parte de su visita de trabajo al país indochino, del 7 al 10 del presente mes.
 La reunión entre ambas delegaciones de los ministerios de Relaciones Exteriores de Vietnam y Filipinas (Foto: baotintuc.vn) |
Ambas partes afirmaron el apoyo mutuo en la solución de los problemas que obstaculizan la cooperación bilateral en materia de comercio e inversión. Acordaron impulsar la colaboración en los ámbitos de educación, trabajo, transporte, ciencia-tecnología, cultura, turismo, asuntos marítimos e industria pesquera. Convinieron en aumentar la coordinación en la celebración del tercer período de sesiones del Subcomité Mixto de Cooperación Comercial Vietnam-Filipinas en 2019, además de mantener el respaldo mutuo en los foros multilaterales.
En cuanto al tema del Mar Oriental, reafirmaron la insistencia en solucionar las disputas por medios pacíficos cumpliendo con las leyes internacionales. Destacaron la necesidad de abstenerse de la militarización y las acciones que agraven la situación en la zona, además de apoyar el reforzamiento de la cooperación entre los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Después de la conversación, ambos dirigentes firmaron el memorando sobre la cooperación entre los dos ministerios de Relaciones Exteriores.
 El canciller de Filipinas, Teodoro López Locsin (i) y el primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc (Foto: VNA) |
El mismo día, Teodoro López Locsin realizó una visita de cortesía al primer ministro anfitrión, Nguyen Xuan Phuc. Este último acentuó el papel de Manila en la Asean, especialmente en la coordinación de las relaciones entre el bloque regional y China en el período 2019-2021. También instó a Filipinas a respaldar la presidencia vietnamita de la Asean en 2020 y el cargo de miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, mandato 2020-2021.
A su vez, Teodoro López Locsin exhortó a acelerar la firma de un acuerdo sobre el impulso de la exportación de frutas y otros productos agrícolas, tarea calificada de “prioritaria” por parte de Filipinas. Asimismo, reafirmó la política invariable de Manila que coincide con Hanói en la causa de defender la soberanía nacional, la integridad territorial y la independencia de la patria.