El tramo del muro fronterizo entre Estados Unidos y México en Ajo, Arizona, Estados Unidos. (Foto: AFP/VNA)

Al explicar esta decisión, Biden dijo que el gobierno estadounidense se vio obligado a desembolsar el presupuesto aprobado por el Congreso para este fin específico en 2019, cuando gobernaba Donald Trump.

Según el mandatario esta medida no significa que su administración haya cambiado su posición anterior de oponerse a la construcción de un muro fronterizo, y enfatizó que la construcción del mismo “no es la respuesta” adecuada para atender el fenómeno migratorio. Sin embargo, dijo que no puede cambiar las leyes presupuestarias y agregó: “Debemos saber que el dinero se destinó al muro fronterizo. Intenté que lo reapropiaran, que redirigieran ese dinero. No lo hicieron, no quisieron. Y mientras tanto, no hay nada bajo la ley que no sea que tienen que usar el dinero para lo que fue destinado. Yo no puedo impedirlo”.

Según la prensa estadounidense la nueva sección del muro fronterizo tendrá unas 20 millas de largo, equivalentes a más de 32 kilómetros, y estará ubicada en el sur de Texas. Esta es el área que presenció una ola récord de migrantes que cruzaron la frontera hacia Estados Unidos en septiembre.

Mientras tanto, la decisión tomada por Washington puede causar más tensión en las relaciones con México. Altos funcionarios estadounidenses y mexicanos se reunieron ayer en el país azteca para discutir temas de inmigración y seguridad en presencia de la canciller Alicia Bárcena y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. La parte mexicana protestó por la decisión de Washington de construir más muros fronterizos, advirtiendo que esto podría dañar las relaciones binacionales.