El Gobierno de Gran Bretaña estableció planes detallados sobre cómo Londres trataría de mantener el comercio fluyendo para cada eventualidad. El líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn criticó su decisión, diciendo que llevará la administración al caos.

El mismo día, el canciller británico, Phillip Hammond, dijo que e su país se ha preparado para “no negociar” y otros resultados. Pero dijo que no usará presupuestos para otras áreas, incluyendo las aduanas. Gran Bretaña y la UE han informado formalmente a los miembros de la Organización Mundial del Comercio sobre cómo piensan dividir los contingentes arancelarios del bloque europeo y los subsidios agrícolas después del Brexit.