(VOVworld) – La región del Noroeste no sólo posee majestuosos paisajes naturales sino también nos deja asombrados por la preciosidad de los detalles en los diseños de la vestimenta, las casas y las joyas de las etnias que habitan esta región. La belleza sencilla en los pendientes de las mujeres Mong es una de las más atractivas de estas tierras.

Una mujer étnica con sus pendientes de plata

Según las costumbres de la etnia Mong, sobre todo para las mujeres, los pendientes no son simplemente una joya de adorno, sino que contienen los valores culturales que reflejan las tradiciones y la identidad propia de su etnia. Los aretes están hechos de plata blanca y varían en el diseño tanto sencillo como recargado. La mayoría tiene forma redonda y en ellos se encuentran símbolos de los dioses o genios de los Mong, el sol y la luna. La señora Mua Thi My, barrio de Xim Vang, distrito de Bac Yen, dice: “Desde pequeña ya llevaba zarcillos. Eran heredados por mis padres. En las fiestas acostumbramos ponernos los más bonitos.”

Hay muchos tipos de pendientes, dependiendo del gusto de cada mujer. A veces llevan hasta dos pares de colgantes circulares. Por lo general hay cinco formas principales: signo interrogativo, espiral, luna menguante y círculo con figuras talladas. En esos aros los detalles grabados son únicos, finos, muy bien trabajados y de suma variedad: pequeñas flores, delicados símbolos simétricos, o líneas horizontales y verticales mezcladas sin orden. Los mismos contienen el mundo sentimental de las mujeres que viven en medio de la naturaleza, montañas y bosques del Noroeste. Mua Thi Gong, del barrio de Xim Vang, distrito de Bac Yen, comenta: “A las mujeres Mong nos hacen los agujeros muy pronto, a los 4 ó 5 años, luego empezamos a llevar aretes a los 14 ó 15 años. No nos los quitamos cuando trabajamos, sea en el campo, al tejer o al vender cosas en el mercado. Estamos muy orgullosas de estos adornos por su estrecha relación con nuestra vida diaria, sobre todo porque nos identifican y nos diferencian de otras etnias.”

Pendientes de las mujeres Mong en la provincia Son La, con motivos tallados meticulosamente

Aparte del valor estético, los pendientes de la mujer Mong también muestran la riqueza de quien los lleva. Las que se ponen aros grandes se consideran sanas, trabajadoras y ahorradoras. Asimismo los Mong confían en que son ornamentos defensores capaces de protegerles de las causas mayores y malos espíritus. La señora Hang Thi Dong, de la aldea de Cua Mang, barrio de Xim Vang, distrito de Bac Yen, comparte: “Llevamos puestos los pendientes todo el tiempo, cuando trabajamos en el campo, cuando estamos tejiendo como ahora, cuando vamos al bosque a buscar verduras o leña. Confiamos en que nos traen la buena suerte y nos alejan de fantasmas o diablos.”

Estas joyas colgantes parecen sencillas, sin embargo, para las mujeres de la etnia Mong en Son La, muestran la delicadeza, la habilidad, la riqueza de su vida cultural y el vínculo con la naturaleza a su alrededor. Hoy en día en los mercados locales se venden adornos y muchos pendientes producidos de forma industrial. Aun así ellas acuden a artesanos para buscar los que les gusten, ya que son la identidad y el carácter de su etnia.