(VOVworld) – Aunque acaba comenzar el verano, numerosas familias han elegido cursos extracurriculares, entre ellos un programa premilitar para sus hijos. Todos los padres quieren que este adiestramiento contribuya a reforzar la responsabilidad, la creatividad, la independencia, la disciplina de sus pequeños y les permita ganar seguridad en la vida cotidiana.
A las 5 de la madrugada, en la compañía 5, del Pelotón de Artillería 228, División 365, de las Fuerzas Aéreas, resuena el timbrazo y 102 soldados infantiles se levantan, doblan la sábana y salen al patio para practicar ejercicios. A la hora de desayuno, todos llevan sillas al comedor, disfrutan las comidas, despejan las mesas, friegan los platos y mantienen la disposición cada vez que oyen la orden de convocatoria. En medio de las normativas estrictas, los alumnos, entre ellos, Nguyen Duc Huy, del octavo grado de la escuela secundaria de Tan Hoi, en el distrito de Dan Phuong, Hanoi enfrentan dificultades en los primeros momentos. Como el único hijo de la familia, el niño lloró cuando estaba lejos de sus padres pero después de 4 días en el establecimiento docente, se siente animado gracias a la ayuda de los jóvenes voluntarios y soldados. Duc Huy comentó: “Aquí me despiertan a la 5 y media de la madrugada. Estuve muy enfadado pero después de 4 días, me acostumbré a la disciplina del centro. Muchas veces doblé la sábana y me refresqué antes de que me despertaran los soldados. Antes de participar en este cursillo, nunca doblé la sábana en casa. He aprendido muchas cosas útiles aquí y me comprometo a mantener estos hábitos después de cumplir con este breve curso.”
La mayoría de los niños participantes en el cursillo son de familias acomodadas por lo que reciben mucha atención de sus padres. Según Nguyen Tuong Minh, voluntario del programa, hubo casos en que apenas dos días de estar en el centro, una familia debió llevar a su hijo a casa. En ese momento, Tuong Minh no escatimó esfuerzos por instruir al niño para que sea más sociable. El joven dio a conocer: “Los jóvenes voluntarios asumen la responsabilidad de instruir y apoyar a los niños en los trabajos logísticos. Existen numerosas dificultades en la adaptación de los pequeños a un nuevo entorno porque el horario aquí es diferente. De esta manera, debemos insistir en persuadir a los niños, para que estén a gusto en este cursillo porque nutre a estos menores de muchas experiencias”.
El cursillo premilitar se ha desarrollado desde el 2009 bajo el auspicio del Centro infantil y juvenil adscrito al Comité central de la Juventud Comunista Ho Chi Minh. Este año, el programa atrae la participación de 102 niños y adolescentes cuya edad abarca de 11 a 17 años provenientes de 13 provincias y ciudades. Según Bui Ngoc Minh, vicedirector del centro, además del estudio sobre el ejército popular de Vietnam, el programa brinda a los alumnos experiencias recreativas que contribuyen a consolidar el espíritu colectivo. Las prácticas durante el entrenamiento ayudan a los niños y jóvenes en el reforzamiento de la independencia y la disciplina en las actividades rutinarias. Ngoc Minh dio a conocer: “En el día final de esta instrucción preliminar, pregunté a los alumnos si querían permanecer aquí de 10 a 20 días más y todos me dijeron que sí. De los niños que querían regresar a casa, ahora desean quedarse más tiempo en el centro. Muchos participantes en este programa tienen padres de clase alta pero todos deben obedecer por igual la disciplina para fomentar el sentido de la comunidad”.
El programa de instrucción premilitar se ha convertido en una de las actividades veraniegas más preferidas por las familias. Este es un patio de recreo útil para que el sector joven e infantil adquiera conocimientos y refuerce las habilidades necesarias para la vida cotidiana, lo que contribuye a su crecimiento y formación social.